La Audiencia Nacional ha condenado al exconsejero delegado de Banco de Valencia Domingo Parra a un año y tres meses de prisión por administración desleal en la mayor operación crediticia de la entidad, por la que deberá abonar un total de 94 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

Una cuantía de la que también deben hacerse responsables el empresario valenciano Bautista Soler, su hija, Victoria, y el marido de esta, Vicente Fons, como beneficiarios de dicha financiación -con la que pretendían comprar una participación en Metrovacesa- y a los que la sección cuarta de la sala de lo Penal ha castigado con dos años de prisión en calidad de cooperadores necesarios.

Aunque la sentencia, valora que Parra ingresara 100.000 euros a la cuenta del Frob, los magistrados inciden en el perjuicio que el impago de los préstamos ocasionó al fondo, que inyectó 4.500 millones de euros públicos para sanear la entidad, hoy integrada en CaixaBank. Las irregularidades tuvieron lugar en el 2007, cuando Metrovacesa presentó una opa para resolver el enfrentamiento entre la familia Sanahuja, que controlaba el 39,6% de la inmobiliaria, y el ya fallecido Joaquín Rivero y su socio, Bautista Soler, que sumaban entre ambos el 39,14% de su capital. Ese enero, Banco de Valencia concedió un importe «desproporcionado», 312 millones de euros, a una sociedad del grupo Soler.