Las imágenes de filas de centenares de personas frente a polideportivos, carpas o estadios de fútbol esperando su turno para ser vacunado contra el covid tendrán que esperar.

La vacunación masiva a la que se abrió la puerta la semana pasada tras la reunión de expertos con el president de la Generalitat, Ximo Puig, no será de manera inmediata, ni siquiera para el próximo mes. Mes de abril «como pronto», subrayaron desde el Consell.

La opinión del Ejecutivo autonómico es que ahora no se está en disposición de una vacunación masiva porque faltan dosis. La estimación desde el Consell es que para emprender estas inyecciones masivas sería necesario contar con, al menos, medio millón de dosis. Esta cantidad está todavía muy lejana. De hecho, desde este lunes hasta el 31 de marzo se espera que lleguen a la Comunitat Valenciana 559.000 vacunas, unas 80.000 semanales, insuficientes para tomar las velocidades necesarias para una inmunización multitudinaria en grandes espacios.

La idea de la vacunación multitudinaria y el hecho de que en otros países del mundo, como Reino Unido o Estados Unidos, se hayan iniciado ya, ha suscitado numerosas expectativas. De hecho, hay ayuntamientos a lo largo de la Comunitat Valencina como el de València o Calp que ya han ofrecido sus instalaciones.

Los expertos aseguran que no se necesitan grandes requisitos técnicos a la hora de estas inmunizaciones multitudinarias. «Se pueden utilizar desde un gran parking, un campo de fútbol, de golf... lo que sea, mejor en un espacio abierto para evitar así cualquier tipo de contagio y que tenga un lugar por el entrar y otro por el que salir», explica el director de la Cátedra Francisco Balmis de Vacunología y profesor de la Universidad de Alicante, José Tuells.

En su opinión, lo más complicado es el control de las cadenas de frío de las vacunas, especialmente aquellas que están diseñadas con ARN mensajero, como Pfizer y Moderna, y que necesitan una refrigeración mucho mayor algo que, indica, se hace «con cajas isotermas y acumuladores de frío».

Jornada electoral vacunal

Tuells defiende la necesidad de contar con «un plan para vacunar masivamente en lugares diferentes a los centros de salud y hospitalarios para evitar que coincidan las personas enfermas con las que se van a vacunar». «No tendría que haber ningún problema, es igual que los tests masivos de PCR desde el coche», añade el experto.

En la misma línea, el especialista en Salud Pública Salvador Peiró compara la organización de estas vacunaciones con una «jornada electoral vacunal». «Es poner una serie de puestos donde la gente llegue y se vacune, incluso se puede hacer desde el coche», indicó.

Señala inconvenientes como que si es al aire libre podría haber problemas si llueve o que las personas mayores estén mucho tiempo de pie si no hay lugares donde sentarse. «Si es verano incluso se podrían usar colegios e institutos», añade Peiró.

Sanidad se encuentra inmersa en estos momentos en la reorganización de su calendario de vacunación después de que las instituciones sanitarias españolas hayan acordado que el antígeno de AstraZeneca, que ha comenzado ahora a llegar a España, solo podrá ser utilizado con personas menores de 55 años. El motivo es que los estudios presentados apenas tienen datos a partir de esta edad.

En principio, se utilizará para profesionales de la sanidad privada (ayer Sanidad envió 11.000 dosis por las 600 de la semana pasada) y para sanitarios en segunda línea de la pública. A partir de ahí, está por definir a qué colectivos se da prioridad siempre dentro de la franja de edad inferior a los 55 años. Como indica Peiró, las dosis de AstraZeneca, por su mejor mantenimiento, podrían ayudar a la vacunación por domicilios de grandes dependientes. La cara opuesta de la vacunación masiva.