La Generalitat no contempla intensificar las medidas restrictivas que entraron en vigor en el territorio valenciano el pasado sábado con la instauración del toque de queda pese a la declaración del estado de alarma en toda España. El Consell considera que la medida anunciada ayer por el Gobierno supone un aval a las decisiones adoptadas.

En esa línea, el gobierno que preside Ximo Puig también descarta el cierre de las comunicaciones con las comunidades autónomas vecinas. La decisión sobre la suspensión de la movilidad entre autonomías pasa a ser autonómica en este momento según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero el Consell no ve necesario aplicarla al menos por ahora. También mantiene el Consell la capacidad de decretar confinamientos de municipios en función de la situación de la epidemia y la adopción de medidas más restrictivas como ha ocurrido en algunas localidades como Benigánim, Orihuela, Onda o Guadassuar.

La Generalitat entiende que el nuevo marco anunciado por Sánchez para los próximos meses es un aval para el toque de queda y las restricciones valencianas, pero seguirá esperando el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia. Consideran en el equipo del president, Ximo Puig, que será importante para definir la capacidad de actuación del Ejecutivo autonómico en ausencia del estado de alarma.

Fuentes del Consell añaden que el estado de alarma confiere a la Generalitat una base legal sobre la que actuar, pero no hay previsión de aplicar nuevas medidas a las ya dictadas el sábado.

El toque de queda a las 0 horas

En Presidencia de la Generalitat se respiraba ayer cierta satisfacción, porque las medidas anunciadas por el Gobierno bajo el paraguas del nuevo estado de alarma coinciden con las puestas en marcha unas horas antes en la Comunitat Valenciana con el toque de queda anunciado el sábado.

Pero hubo una, no obstante, que se ha tenido que pelear: la posibilidad de que los establecimientos de restauración valencianas puedan cerrar en la medianoche. La idea inicial del Ejecutivo central era establecer una regla general de fin de la actividad comercial a las 23 horas.

Al final, transigió para dar una hora de margen a las autonomías en la aplicación de la norma marco. Eso supone que la Generalitat no tenga que modificar los criterios que había decretado unas horas antes. Presidencia esperaba en la tarde ayer la publicación oficial de la resolución del estado de alarma para la emisión de un decreto valenciano que adapte las nuevas disposiciones a la situación valenciana.

Las informaciones recibidas en el Palau antes de la comparecencia de ayer de Pedro Sánchez indicaban que el Gobierno central estaba preparando una declaración de estado de alarma para «un periodo lo más largo posible», pero se desconocía que pudieran ser seis meses.

En todo caso, el plan de actuación que se marca el Consell es ir ajustando las restricciones a la evolución de la pandemia. Por ahora, se quiere hablar poco de Navidad y Fallas en sede presidencial. «Queda bastante. Habrá que ir viendo», señalaban ayer fuentes oficiales, si bien admitían que la situación es complicada de cara a la celebración normal de estas fiestas. La mirada se quiere centrar en el 9 de diciembre, la fecha límite para el toque de queda en la Comunitat Valenciana.