El president de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, se reafirmó este martes en su posición reivindicativa y culpó al Gobierno de Mariano Rajoy de deslealtad por haber decidido ya, y haber anunciado, que no habrá quita de la deuda histórica en el nuevo sistema de financiación autonómica. Mientras, el delegado del Ejecutivo en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, vinculó una posible reestructuración de esa deuda a que haya consenso.

Puig acusó a Madrid de actuar «de forma desleal», al plantear «por parte de unos pocos presidentes autonómicos unos límites a una negociación en la que debe participar todo el mundo», en relación a los populares reunidos el pasado lunes con Rajoy.

DEBILIDAD DEMOCRÁTICA

Además, dijo, esto supone «no entender la diversidad del Estado y la pluralidad ideológica», así como añadió que «debilita de forma notable la calidad democrática del país».

El president recordó que el Ejecutivo de Rajoy se comprometió el año pasado a elaborar un nuevo sistema de financiación autonómica, algo que «ha incumplido», lo que «le quita credibilidad al conjunto de las instituciones, pero fundamentalmente al Gobierno de España». En cuanto a la deuda autonómica de la Comunitat, admitió que una parte de ella se debe a «la mala gestión, el despilfarro y la corrupción», de la cual deben hacerse cargo los valencianos. Sin embargo, dijo que existe otra parte «muy importante» que tiene que ver con la infrafinanciación de los valencianos.

Por su parte, Juan Carlos Moragues aseguró que el Ejecutivo central «está abierto al diálogo» orientado a la reestructuración de la deuda «siempre que exista consenso». En declaraciones a los periodistas, Moragues insistió en que el Ejecutivo «apoya a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos en peor situación, se hace cargo de sus pagos a proveedores y ofrece el FLA».

Añadió que «la voluntad del Gobierno es seguir apoyando a las comunidades que lo están pasando mal», y que «habrá que atender a la situación de las regiones infrafinanciadas y en este sentido se está abierto al diálogo».