Las referencias navideñas no faltaron ayer en el debate de las enmiendas a los presupuestos de la Generalitat para el 2020, aprobados con los votos de los partidos del Botànic, pero solo para abundar en las críticas entre Consell y oposición, que en algún momento rozaron lo bronco, en un ambiente muy alejado del que vivió el parlament hace ahora un año cuando aprobó las cuentas del 2019. De hecho, la discusión política sobre las propuestas de cambios a los quintos presupuestos del Botànic y los primeros con Podem como parte del Ejecutivo autonómico, evidenció las discrepancias irreconciliables existentes entre Gobierno y oposición en materia educativa y sanitaria, donde tampoco faltaron los cruces de acusaciones.

La sesión se inició con la discusión de las enmiendas del PP y Ciudadanos al área de Educación, donde las críticas y acusaciones al Consell de «sectarismo», atacar la libertad de los padres y regalar millones a entidades catalanistas no se han hecho esperar por parte de la oposición.

papel de las castellonenses // El debate tuvo, además, como principales protagonistas a diputadas castellonenses, como la popular Beatriz Gascó; Merche Ventura, de Ciudadanos; la socialista Ana Besalduch; o Llanos Masó, de Vox. Si Gascó reiteró que el PP volverá a ir a los tribunales «las veces que haga falta» para defender a las familias y acabar con el sectarismo del Consell; Ventura insistió en las mismas críticas, acusando al Consell de haber repartido millones a entidades catalanistas; Besalduch lamentó la «valencianofobia» de Cs, mientras que Massó dijo que «un presupuesto malo no tiene opciones para la mejora».

casi 17.000 millones // Las cuentas ascienden a 16.970 millones de euros, un 1,6% más que las de este año. Vuelven a incluir una partida reivindicativa de 1.325 millones de euros a cuenta de la nueva financiación autonómica, y se aprobaron por 52 votos a favor, 44 en contra y ninguna abstención a las 20.37, horas tras varios problemas técnicos y constantes rifirrafes dialécticos.