Su colaboración con la justicia podría llevar al exsecretario del PPCV, Ricardo Costa, a evitar entrar en prisión, pese a que la sentencia de la Audiencia Nacional (AN) por la financiación ilegal del PPCV conocida esta semana le condena a un total de cuatro años de cárcel, aunque con penas individuales que en ningún caso superan los dos años (el mínimo para el encarcelamiento).

Aunque este hecho ayudaría, según fuentes jurídicas, la clave para que se dé un escenario en el que Costa permanezca en libertad está en el pacto con la Fiscalía Anticorrupción, por el que ha colaborado tanto en el juicio de la rama valenciana de la Gürtel, en el que confesó y responsabilizó directamente al expresident Francisco Camps de la caja B del partido, como cara a otros casos, entre los que destaca la pieza secreta relacionada con los contratos de la Fórmula 1, en la que, de hecho, está previsto que declare, hoy miércoles, en València.

Tras el fallo de la AN, del que dio cuenta ayer Mediterráneo, y que condena al exlíder popular a 24 meses prisión por tres delitos electorales (ocho meses cada uno) y dos años por otro de falsedad documental continuada, con el atenuante de confesión, la Fiscalía podría o no solicitar la ejecución de la sentencia, en virtud del principio acusatorio, que hace necesaria la intervención del fiscal para que se produzca, en su caso, el ingreso en la cárcel.

Desde un punto de vista jurídico, las fuentes consultadas explican que hay jurisprudencia por la que caben las dos posibilidades, incluida aquella por la que la aplicación de la sentencia quedaría en suspenso, ya que, señalaron, ha ocurrido ya en ocasiones que en procesos vistos en la Audiencia Nacional y con penas inferiores a cinco años, el ministerio fiscal no ha pedido la ejecución de las condenas.

RECURSO DE CASACIÓN

Ante el fallo del magistrado de la AN, que afecta a Costa y a cerca de 20 políticos, y a varios cabecillas de la trama de Gürtel, cabe recurso extraordinario de casación ante el Tribunal Supremo, un instrumento que no se esperaría que utilice Ricardo Costa, quien ya se ha visto sensiblemente beneficiado por la justicia debido a su confesión y colaboración, que han resultado decisivas. En todo caso, si otros condenados hicieran uso de este derecho, la sentencia no sería firme hasta el fallo del Supremo, pero sí inamovible en el plazo aproximado de un mes para quienes no recurrieran.