Cruz Roja ha realizado 12.700 atenciones en la Comunitat Valenciana este verano marcado por la pandemia en la que ha prestado su servicio en 50 playas con un despliegue de 300 profesionales del salvamento que han logrado efectuar 485 rescates de bañistas en peligro, según han informado la organización humanitaria.

Al respecto, ha agredecido el comportamiento responsable de la mayoría de los bañistas lo que, en buena medida, ha incidido en la reducción de las atenciones, que han pasado de 37.000 a 12.700.

El programa de Playas de Cruz Roja ha mantenido y reforzado su compromiso medioambiental a través de distintas intervenciones, como la limpieza del entorno y la gestión adecuada de los residuos, tanto habituales como vinculados a la COVID-19.

Además, el Plan de Contingencia frente a la COVID-19 del Plan de Playas 2020 incluía otras tareas de los socorristas, en algunos casos alternativas a su labores habituales, que se han desarrollado de forma coordinada con los ayuntamientos con el fin de contribuir a la ordenación de las playas, convirtiéndose de facto en agentes de sensibilización frente al virus.

La mayor parte de las 12.700 asistencias han sido de carácter sanitario que incluyen atenciones por picaduras, esguinces, luxaciones y erosiones. Pero además de las sanitarias, también destaca el número de asistencias sociales (6.700), entre las que se recogen actividades como el baño adaptado, que permiten a personas con discapacidad el poder disfrutar de un baño seguro en el mar y que sus familiares puedan disponer además de una valiosa ayuda para disfrutar también del descanso.

El rescate de personas (485), la atención a menores extraviados (202), y la labor en materia de sensibilización y prevención (con 27.700 intervenciones) son otras de las acciones destacadas de esta atípica temporada de playas.

Por su parte, el total de atenciones en todas las playas de España también es inferior a las llevadas a cabo la temporada pasada, lo que según apunta el responsable de Playas de Cruz Roja, Miguel Ángel Sánchez Arrocha, lleva a una doble lectura: "por una parte hay que hablar del descenso de la presencia de bañistas pero, sobre todo, tenemos que destacar el comportamiento de una gran mayoría de usuarios, que han tomado más medidas de prevención".

Además, ha destacado que ante el actual contexto originado por el COVID-19 el personal ha llevado a cabo otras labores adicionales a su habitual rol de 'rescates', como apoyar en ámbitos como la ordenación de las playas, siempre en coordinación con los distintos ayuntamientos".

Esta ha sido la principal novedad del Plan de Playas de Cruz Roja, "el rol añadido que han tenido nuestros socorristas y que han podido colaborar en aquellas tareas que permitían contribuir a la seguridad y al buen funcionamiento de la playa", explica el portavoz de Cruz Roja.

Estas nuevas funciones, recogidas en el Plan de Contingencia frente al COVID-19 establecido por Cruz Roja, han convertido de facto al personal de la Organización en 'agentes de sensibilización frente al virus', contribuyendo a la difusión de mensajes de prevención, o apoyando en el mantenimiento de la distancia social o de los aforos establecidos en los distintos espacios.

El Plan de Contingencia de Cruz Roja incorporaba además protocolos específicos de seguridad para el personal de la Organización, así como consejos a la población. "La clave está en el comportamiento de la ciudadanía y en seguir unas pautas básicas como la distancia social, el respeto a los aforos y una adecuada higiene, como el lavado de manos e, insisto, desde este punto de vista, hay que felicitar a todos los ciudadanos", ha resaltado.