Una posible nueva consecuencia de la covid se ha manifestado en dos pacientes mayores de sesenta años: se trataría del priapismo, una erección prolongada y dolorosa del pene que no está asociada a la estimulación sexual, y puede durar entre horas y varios días. Esto ocurre cuando el pene comienza a llenarse de sangre, como en una erección normal, pero la sangre no se drena correctamente. Así lo refleja un estudio publicado por la revista científica American Journal of Emergency Medicine.

El primero de estos casos se detectó en Miami, cuando un varón de 69 años afectado de obesidad y con síntomas de tos, congestión y disnea ingresó en el centro hospitalario dando positivo en SARS-CoV-2 y fue trasladado a cuidados intensivos. Para mejorar su respiración, el personal sanitario le colocó boca abajo pero, cuando volvieron a darle la vuelta, observaron que su pene se encontraba en estado de erección que se prolongó durante tres horas. Tras poner compresas frías sobre la zona para bajar la inflación y más tarde, drenar con agujas la parte genital, lograron frenar la erección.

El segundo caso que ha llevado a los científicos a contemplar el priapismo como un síntoma del coronavirus se detectó en Francia. Un paciente de 62 años dio positivo en covid-19. Tras ser ingresado en la UCI, los sanitarios detectaron que el hombre había sufrido priapismo, descubrieron coágulos de sangre en el pene del hombre, lo que le produjo el bloqueo de venas y arterias en los genitales.

Tal y como revela este mismo estudio, estas erecciones se deben a complicaciones tromboembólicas, que son poco frecuentes en pacientes de coronavirus. En otro análisis de más de 3.000 pacientes de coronavirus, los expertos detectaron trombosis en el 29,4% de las personas ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos.