La presidenta andaluza y aspirante a liderar el PSOE ha prometido en València el inicio de la «remontada electoral» de su partido en el día después de las primarias que se celebran el domingo, para rechazar después el voto del «insulto», y pedir solo el de aquellos que «quieren al PSOE».

Lo ha hecho en un acto de cierre de campaña en la Comunitat en el que ha estado arropada por el president de la Generalitat y líder del PSPV, el castellonense Ximo Puig, quien ha asegurado que «no hace falta tener el pedigrí cien por cien de la izquierda para votarnos, no hace falta tener el grupo sanguíneo», para añadir que Díaz, de quien dijo la víspera que es «lo mejor que le puede pasar a la Comunitat», representa lo mejor del Partido Socialista.

En el entorno del parque de Cabecera de València, la andaluza ha pedido de nuevo superar la división, al tiempo que ha insistido en apelar a la unidad y la fraternidad porque, dijo, «no hay socialistas buenos ni malos, formamos parte de una misma familia».

SIN RESIGNACIÓN

La candidata ha manifestado que se presenta a las primarias para que el PSOE «no se resigne, y quiera ser la alternativa de gobierno», para defender las posiciones y «no copiar ni imitar a otros partidos políticos».

Ha apuntado ante centenares de militantes que lo primero es, según su criterio, dar unidad al partido y que de las primarias saldrá un PSOE «fortalecido, con hombres y mujeres de todos los territorios, edades, sensibilidades» y, por eso, aseveró, no ha hablado durante el proceso «mal de nadie».

«Cuando el PSOE se levante, levantará este país y volverá a hacerse cargo de España», puso de manifiesto la candidata socialista, quien aseguró que, si es elegida secretaria general, el mismo lunes exigirá a Rajoy el pacto contra la violencia de género.

Según la presidenta andaluza, los rivales del PSOE no están dentro del partido sino fuera, por eso ha garantizado que trabajará desde el primer minuto para reforzar «la fraternidad y la unidad del partido». «Quiero ser la secretaria general de todo el PSOE, no de una parte del PSOE».

Díaz señaló, además, que no son casualidad los «ataques» de Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, que se deben a que «saben que les vamos a ganar». Rajoy, aseguró, «sabe que está en tiempo de descuento, no tiene proyecto y no ha protegido a las personas».

DESDE CASTELLÓN

Tanto Díaz como Ximo Puig contaron con el apoyo de un nutrido grupo de castellonenses, que escenificaron su respaldo a la candidatura que avala, a su vez, su secretario general en la Comunitat. Entre ellos estuvieron, además del alcalde de Vila-real, José Benlloch; la de Sant Mateu, Ana Besalduch; o el de Rosell, Evaristo Martí; junto con el primer edil de Cervera del Maestre y delegado de presidencia del Consell en Castellón, Adolf Sanmartín. No faltaron el concejal vila-realense Paco Valverde y el diputados autonómico Ignacio Subías, y el estatal, Artemi Rallo, o bien el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Vall d’Alba, Fernando Grande.