«Espero que algún día esta pesadilla se termine, pero paciencia y tranquilidad, no se puede pedir otra cosa en esta vida», confesaba Francisco Camps el pasado día 1, antes de declarar ante la Justicia, una vez más, y van unas cuantas en un camino que inició en 2009 y que aún le hará visitar varios juzgados.

Hoy se cumple ya una década de su primer desmentido relacionado con el caso Gürtel, cuando se publicó que la Fiscalía Anticorrupción le implicaba en la trama que investigaba Baltasar Garzón debido a una frase de una imputada que aludía al pago de 30.000 euros en trajes para él.

Diez años después y tras archivarse su imputación en una de las piezas del caso Valmor por la organización de la Fórmula Uno, sigue investigado en la causa de Gürtel en la Audiencia Nacional y en dos en València: la Fórmula Uno y la visita papal en el 2006.

Acabó dimitiendo por el caso de los trajes del que resultó absuelto, junto a su número dos en el PPCV, el castellonense Ricardo Costa. Quien estuvo llamado a suceder a Mariano Rajoy ha tachado el caso Gürtel de «montaje político».