El exconseller Rafael Blasco, condenado a seis años y medio por delitos de malversación y falsedad documental por el desvío de fondos públicos destinados a cooperación internacional, disfruta de sus primeros días fuera de la prisión de Picassent tras haber obtenido el tercer grado penitenciario. La concesión de esa medida fue aprobada por Instituciones Penitenciarias, tras el cumplimiento de tres años y siete meses de la condena impuesta.

Hasta ahora Blasco, de casi 74 años, había disfrutado de dos permisos penitenciarios ordinarios: el primero a finales del 2017 y el segundo en el verano del 2018. En ambos casos, fueron concedidos tras sendos informes favorables de la Junta de Tratamiento y sin oposición del Ministerio Fiscal por entender que podía «redundar en beneficio del interno y en la consecución de la rehabilitación del mismo», subrayaron.

Blasco fue dado de alta el jueves en el Centro de Inserción Social de València, en unas instalaciones cercanas al centro penitenciario, donde pasará las noches.

El exdirigente del PP tiene pendiente el juicio por otras dos piezas separadas del caso Cooperación, que previsiblemente se celebrará entre el 15 de abril y el 19 de julio de este año, según las estimaciones de las partes. Junto a Blasco se sentarán en el banquillo otros veintitrés acusados por el desvío de cuatro millones de euros de ayudas públicas destinadas a proyectos humanitarios.