El Consell rechazó ayer el objetivo de déficit --propuesto por el Gobierno con el apoyo del PSOE--, además de mostrar su desacuerdo con el ejecutivo estatal por negarse a fijar un FLA al 0% y a reconocer la singularidad financiera de la Comunitat. Así lo manifestó ayer el conseller de Hacienda, Vicent Soler, tras participar en Madrid en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde el Ministerio aprobó la nueva senda de consolidación fiscal para los próximos años y un objetivo de déficit autonómico del 0,6% del PIB para 2017, con el voto en contra de la Comunitat, así como de Baleares --ambas con gobiernos del PSOE, que se desmarcaron de la postura de su partido en ámbito nacional-- y Cataluña.

Con todo, Soler aplaudió el cambio de tono y el «esfuerzo» que ha hecho el Gobierno para llegar a un acuerdo sobre el objetivo del déficit autonómico, fijado para 2017 en el 0,6%, pero insuficiente para la Comunitat, que está en situación «límite».

Por ello, indicó, votó en contra, al considerar que «no resuelve en absoluto» la situación de la Comunidad, «con la financiación per cápita más baja de España, 250 euros por debajo de la media». Incidió en que «es un maltrato financiero histórico que se ha de acabar». Y señaló que tenía el mandato “unánime” de todos los grupos parlamentario valencianos, incluido el PP, de poner sobre la mesa esta situación.

Según dijo Soler, intentó en la reunión poner un “remiendo” al plantear un Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario, que le podía haber hecho «repensar» el «no”» pero «ni tan siquiera se ha aceptado». No ha habido ninguna «cesión» y, por tanto, no se ha considerado el esfuerzo «terrible» de la Comunidad para la que la meta del 0,6%, le suponen cien millones de euros, y significa que la desviación en lugar de ser de nueve décimas será de ocho. Antes de la sesión Soler ya apuntó que el ministro de Hacienda, Cristóbal, Montoro quiere «quedar bien con Bruselas» y «favorecer la posición del Gobierno central».

En la sesión, presidida por Montoro pero también por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se dio el visto bueno al techo de déficit autonómico para este año, en el 0,7%. Además, para el 2018 el tope de déficit de las comunidades se fijo en 0,3%.

EL SISTEMA, EN ENERO / Los nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria son fruto de un acuerdo previo alcanzado entre el Gobierno y el PSOE, vinculado con un paquete de medidas más amplio, en el que se incluiría además una subida del salario mínimo interprofesional. También se habló sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, y Sáenz de Santamaría, que se estrena en este tipo de reuniones, emplazó a la Conferencia de Presidentes de enero, sin fecha.

Algunas comunidades, especialmente las gobernadas por el PSOE, insistieron en acometer esa taera con «urgencia» para asegurar una adecuada financiación y prestación de servicios públicos esenciales. Y opinaron que es algo que requiere una reforma «profunda» y no solo medidas específicas, como subir el techo de déficit del 2017 al 0,6%.