Último paso del Govern del Botànic para blindar por ley su proyecto estrella en materia educativa: el plurilingüismo. La comisión de Educación de Les Corts aprobó ayer, con los votos a favor del PSPV-PSOE, Compromís y Podem; y en contra o absteniéndose en algunos puntos de PP y Ciudadanos, el articulado de la proposición de ley que regula el plurilingüismo en las aulas valencianas. El objetivo, que el plan se ponga en marcha el curso que viene.

Y para ello, con unos tiempos de ejecución muy apretados, el tripartito ha incluido una enmienda que establece una disposición transitoria por la que los centros tienen hasta el 16 de marzo para presentar su proyecto lingüístico y que Educación le dé el OK. Y una segunda enmienda en la que se deroga el decreto ley 3/2017 del Consell, el plan B para este curso de Educación tras la suspensión cautelar del decreto de plurilingüismo de enero del 2017 por parte del TSJCV.

El texto, redactado a iniciativa de las tres formaciones del Botànic, será presentado al pleno de Les Corts por la presidenta de la comisión, la diputada de Compromís Marián Campello.

PP y Ciudadanos expresaron sus objeciones al proyecto de ley por considerar que «impone el valenciano como lengua vehicular» en la educación, y que además «coarta la libertad de elección de los padres y de los centros».

LA MESA // La diputada del PP Beatriz Gascó recordó que las anteriores propuestas han sufrido varapalos legales, e insistió en que una ley «que pretende ser estable y duradera no puede ser una ley de minorías». «Para el PP es irrenunciable la libertad de elección y la diversidad territorial. No se puede poner la educación al servicio del nacionalismo», apuntó. Gascó defendió la posibilidad de ampliar las horas en inglés más allá del 25% máximo previsto.

La socialista Ana Besalduch insistió en que esta ley nace «con la única finalidad de poner en el centro al alumnado» y que este «domine de forma real las dos lenguas oficiales y una lengua extranjera como mínimo». Por Compromís, Josep Nadal señaló que «promover valenciano e inglés» no quiere decir que «vaya en contra del castellano ni del poder de decisión de los consejos escolares», que decidirán los porcentajes, con un mínimo del 25% en las lenguas cooficiales y una horquilla del 15 al 25% en inglés. «No es una ley que guste al 100% a Compromís, sino pensada para que se adhieran PP y Ciudadanos».

César Jiménez, de Podemos, subrayó que «no es una ley de minorías, sino con un trabajo exhaustivo de pedagogos y expertos en educación». «Queremos un alumnado que sepa tres lenguas». Mercedes Ventura (Cs) recordó que «las anteriores imposiciones han generado denuncias y varapalos judiciales», y defendió el derecho a decidir de los padres, criticando que «están coartando la libertad y la autonomía de los centros y condenando al castellano».

Durante la votación hubo dos empates, que, en una tercera votación se deshizo por un solo voto a favor del bloque del Botànic.