Las dos hijas del matrimonio formado por Eduardo Zaplana y Rosa Barceló, María y Rosa Zaplana, compraron varias propiedades inmobiliarias de lujo y vehículos de alta gama gracias a donaciones efectuadas por sus padres y aportaciones desde cuentas manejadas por supuestos testaferros, según la guardia civil.

Estas conclusiones forman parte de varios informes elaborados por el grupo de delitos contra la administración de la Unidad Central Operativa (UCO), y se incluyen en la parte del sumario del conocido como caso Erial, que ocupa unos 5.200 folios y al que ha tenido acceso Efe una vez que se ha levantado el secreto del sumario.

Rosa Zaplana recibió una donación de 280.000 euros el 24 de octubre de 2016 y otra de 302.050 euros justo un año después, si bien ya era poseedora, al menos desde 2011 de más de medio millón de euros, según las pesquisas policiales.

Todos estos fondos se utilizaron para la compra de una vivienda ubicada en la calle Alberto Alcocer de Madrid en febrero de 2012.

La Guardia Civil ha acreditado que Rosa Zaplana obtuvo unos rendimientos del trabajo de poco más de 15.000 euros en el ejercicio 2011, sin que declarase ninguna ganancia patrimonial ni "operaciones ante notarios de escrituras de constitución de préstamos, donaciones, etcétera; que den respuesta al origen de los fondos que aparecen en el saldo de esta cuenta bancaria".

Además, en agosto de 2004 invirtió 114.000 euros en la compra de un Porsche Cayenne cuya titularidad ostentó hasta que lo vendió en diciembre de 2007 por 50.300 euros.