El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, ha dicho que dimite del cargo "con la conciencia tranquila" y seguro de su inocencia y la de su equipo en la corporación provincial, así como convencido de que se pueden haber equivocado o metido la pata "pero nunca la mano".

Así lo ha defendido en una comparecencia sin preguntas en la sede de la Diputación, arropado por el grupo socialista, en la que ha anunciado su renuncia a la presidencia y al acta de diputado tras haber sido detenido e investigado por malversación y prevaricación en la operación Alquería, aunque seguirá como alcalde de Ontinyent.

El ya exportavoz del PSPV, suspendido de militancia en el PSOE, ha señalado que dimite del cargo "desde la lealtad a las instituciones y la ciudadanía" y lo hace "orgulloso" de dejar la Diputación "en muy buenas manos", las del actual vicepresidente, Toni Gaspar -el candidato propuesto desde el PSPV-, y su equipo provincial.

"Podemos haber sido torpes o demasiado confiados, pero no ladrones", ha reivindicado Rodríguez, quien ha hecho un repaso a los mecanismos puestos en marcha por el equipo de gobierno que presidía para garantizar la transparencia en la empresa pública Divalterra, la antigua Imelsa.

En su intervención, jaleada por sus seguidores al inicio y al final de la misma, ha dicho que no sería rueda de prensa -en contra de la convocatoria a los medios remitida anoche por la Diputación- por la vigencia del secreto de sumario en la pieza del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, que le mantiene como investigado junto a cinco personas más.