"Estamos mejor pero no estamos bien". Prudencia y mucha cautela para no dar pasos en falso y "dilapidar todo lo que ha costado tanto conseguir". Éste es el eje principal del plan de desescalada que acaba de anunciar el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

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Aunque sí se ha flexibilizado algunas restricciones, como la reapertura de terrazas, el fin del cierre perimetral de ciudades durante el fin de semana y la ampliación del horario comercial hasta las 20 horas, desde el Palau han decidido mantener otras medidas hasta que la situación epidemiológica mejore más. Ximo Puig ha querido dejar bien claro que se mantiene el horario del toque de queda nocturno y la limitación de movilidad de 22 horas a 6 de la mañana. Por tanto, la Generalitat mantiene una de las medidas más estrictas con las que cuenta para evitar el movimiento de personas en horario nocturno, salvo causas justificadas, como laborales, sanitarias o de atención de menores, mayores o grandes dependientes.

Del mismo modo, y dado que el principal foco de infección siguen siendo los encuentros sociales y familiares, la Generalitat Valenciana ha optado por mantener la limitación de las reuniones familiares solo a los convivientes. La intención sigue siendo la de evitar la concentración de personas en las viviendas y limitar al máximo contacto familiar. Como máximo, se permite una persona más fuera del núcleo de convivencia.