El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, considera «contradictorio» que el PSOE rechace apoyar el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para el 2018 mientras los presidentes de comunidades autónomas socialistas, entre ellos el de la valenciana, Ximo Puig, reclaman el aumento de fondos previsto en esas cuentas, que todavía no se han presentado.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Méndez de Vigo recordó que el PSOE «tiene un grupo parlamentario muy potente que tendrá que pronunciarse» respecto a las cuentas para este año, porque no se puede decir que se quieren presupuestos y luego votar en contra. «El Gobierno está dispuesto a negociar», concretó, en un dardo envenenado a Sánchez.

contradicciones y bloqueo // De esta manera, en opinión de Moncloa, «es contradictorio decir que queremos presupuestos [como solicitan las autonomías, muchas de las cuales, entre ellas la valenciana, reclaman un cambio inminente en el modelo de financiación autonómica e incluso la llegada de fondos extraordinarios a fondo perdido para cuadrar sus cuentas], pero no estamos dispuestos a apoyarlos con nuestro voto», como viene haciendo la dirección socialista de Ferraz. «No hay que tener voluntad de bloqueo», añadió a este respecto el portavoz de Moncloa.

El proyecto presupuestario para este año, insistió Méndez de Vigo, recoge un récord histórico de becas y una bajada del IVA para el cine, entre otras medidas de política social, por lo que «es bueno que haya presupuestos».

estabilidad // El portavoz gubernamental también concretó que la eventual aprobación del presupuesto sería un «síntoma inequívoco» de estabilidad política y de la capacidad del Gobierno para dialogar, lo que reforzaría la imagen de España en el exterior.

«Que nadie caiga en la tentación de bloquear la legislatura», pidió el portavoz, que puntualizó que se trata de una reflexión general y no relativa a la amenaza de Ciudadanos de no apoyar el presupuesto si el PP no cesa a la senadora Pilar Barreiro, que está imputada por el caso Púnica.

En su opinión, la apuesta por el diálogo del Ejecutivo «debe verse correspondida por la responsabilidad compartida» de otros partidos, al tiempo que insistió en que «los presupuestos son el primer reto» del Gobierno para los próximos meses de legislatura.