La exministra de Cultura, Carmen Alborch, de 70 años, fallece en su domicilio de València rodeada de su familia. La última aparición pública de la también profesora jubilada de la Universitat de València fue en el Nou d'Octubre, donde recibió la Alta Distinción de la Generalitat.

Carmen Alborch Bataller nació el 31 de octubre de 1947 en la localidad valenciana de Castelló de Rugat. Estudió Derecho en la Universitat de València, donde se licenció en 1970 y se doctoró cum laude en 1973. En la misma universidad, ejerció como profesora titular de Derecho Mercantil y, más tarde, fue directora del Departamento de Derecho Mercantil y decana de la Facultad de Derecho.

En el ejercicio de su vocación política, Alborch fue directora general de Cultura de la Generalitat, así como directora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). En 1993 pasó a formar parte del Gobierno de España como la primera ministra de Cultura de la democracia. Diputada y senadora en varias legislaturas, Carmen Alborch ha sido presidenta de la Comisión de Control de RTVE y presidenta de la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades en el Parlamento español.

Ha recibido numerosos premios por su lucha por la igualdad: Premio Mujeres Progresistas, Premio Meridiana de la Junta de Andalucía, Premio Rosa Manzano 2007, Premio Gabriela Sánchez Aranda 2009 y Premio de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales 2012. Socia de honor de la Asociación Clásicas y Modernas y de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMITO), Carmen Alborch ha recibido la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, la Gran Cruz de Carlos III y es patrona de honor del Teatro Real. En 2017 le fue concedida la Medalla de la Universitat de València.

Además de varias obras especializadas relacionadas con el derecho mercantil, Carmen Alborch es autora de libros dedicados a las mujeres, el feminismo y la igualdad, entre los cuales Solas: gozos y sombras de una manera de vivir (1999), Malas: rivalidad y complicidad entre mujeres (2002), Libres: ciudadanas del mundo (2004) y Los placeres de la edad (2014).

En reconocimiento a su compromiso político para hacer del feminismo patrimonio democrático de la humanidad, en el camino abierto para compartir en igualdad los esfuerzos, las tareas y los placeres, se le concedió el pasado 9 de octubre, la Alta Distinción de la Generalitat.