Una escultura con tierra procedente de las ocho comarcas de la provincia de Castellón --junto al resto de la Comunitat valenciana-- recordará a las víctimas del covid-19 en L’Umbracle de la Ciuta de les Arts de València. Un acto de homenaje que se celebrará hoy y que, presidido por el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, contará con la presencia de personas afectadas y de familiares de quienes han perdido la vida a causa del coronavirus procedentes de todas las comarcas. Tampoco faltarán los alcaldes y alcaldesas de estas localidades y principales autoridades autonómicas.

¿DE DÓNDE PROCEDE LA TIERRA?

Tal y como explicaron ayer fuentes de la Generalitat al periódico Mediterráneo, la tierra castellonense que forma parte del monumento procede de la ermita de la Magdalena de Castelló (la Plana Alta); el Clot de la Mare de Déu de Burriana (la Plana Baixa); l’Albereda de Morella (els Ports); el Lago Verde de l’Alcora (l’Alcalatén); el ermitorio de Sant Pau de Albocàsser (l’Alt Maestrat); el río Mijares, en Cirat (el Alto Mijares); el poblado ibérico del Puig de la Misericordia de la localidad de Vinaròs (el Baix Maestrat); y el paraje de la Esperanza, en Segorbe (el Alto Palancia).

Durante el acto que ha organizado la Generalitat, se inaugurará esta escultura titulada En record de la terra, creada por la artista Rosana Antolí (Alcoi, 1981) y que cuenta con la colaboración del IVAM, para cuyos cimientos el Servei de Bombers Forestals de la Generalitat ha recogido tierra de enclaves emblemáticos de todas las comarcas de la Comunitat Valenciana. De este modo, de forma simbólica, la escultura será el único punto de la Comunitat donde habrá tierra de todos estos lugares.

A partir del origen etimológico de la palabra recordar, que es volver a pasar por el corazón, la escultura evoca a las personas que han fallecido con motivo de la pandemia. El acto, en el que estarán representadas las víctimas de todo el territorio, incluirá una ofrenda floral y contará con la interpretación de la pieza musical In memoriam, creada para este homenaje por el compositor Bernardo Ada. La obra musical interpretada por la Real Camerata Española arranca con tres notas a manera de terremoto, como la pandemia, que ha sacudido la vida de la sociedad.