Cuatro sentencias dictadas por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJ) han sacado a la luz el uso que ha hecho José Luis Olivas, el sucesor de Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat valenciana, del dinero que acumuló en una sociedad inscrita a su nombre y al de su mujer, con fondos procedentes de la familia Cotino y de un grupo empresarial que está vinculado al sector del juego.

Según consta en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, Imarol SL, una sociedad administrada por Olivas y su pareja, únicamente sirvió «para canalizar» dos facturas de 580.000 y 354.000 euros cada una --934.000 euros en total-- en concepto de asesoramientos verbales que no se han podido constatar.

Para ahorrarse el pago de impuestos, el matrimonio intentó deducirse los gastos de reforma de una vivienda familiar en la Gran Vía Marqués del Turia de València, la compra de joyas por valor de 15.000 euros o el pago de viajes y gastos de carácter personal, los 580.000 euros procedieron de la familia Cotino, propietaria del grupo Sedesa. El empresario Vicente Cotino, sobrino de Juan Cotino, y Olivas ya fueron condenados a año y medio de prisión por estos hechos y ahora el exjefe del Consell se ha dirigido al Tribunal de Derechos Humanos para que anule la sentencia, según fuentes judiciales.

más gastos // Los otros 354.000 euros fueron abonados en concepto de asesoramiento a la sociedad Omalasa, que gestiona varios casinos. Al menos 181.465 euros fueron destinados al pago de joyas, «viajes particulares de los socios y administradores, a sus visitas a distintos restaurantes o a pagos por adquisiciones y servicios en su vivienda familiar».

Así consta en las cuatro sentencias dictadas por la sala de lo Contencioso-administrativo del TSJ en la que diseccionan la contabilidad de la empresa de Olivas y su mujer después de que la Agencia Tributaria detectara que una serie de gastos deducidos no correspondían a la prestación de un servicio real de la empresa Imarol SL. Esta sociedad está en el punto de mira de los investigadores de la trama de Zaplana y la Guardia Civil cree que Olivas la usó para cobrar mordidas. Las sentencias son del 2018 y podrían sumarse al caso Erial para constatar la naturaleza instrumental de la empresa. La magistrada-instructora, Isabel Rodríguez, ha citado a Olivas el 31 de marzo para que aclare los fondos que acumuló.

Según las sentencias, desde el 2004 Imarol SL solo declara IVA devengado en el 2005 por la compra de una vivienda; en el 2008, tras la factura de 580.000 euros a los Cotino; y en el 2011, tras facturar 354.000 euros a Omalasa por un asesoramiento verbal.