El anuncio con nocturnidad del president y líder del PSPV, Ximo Puig, de proponer al alcalde de Faura y vicepresidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, para suceder a Jorge Rodríguez al frente de la institución provincial, ratificado por la ejecutiva socialista, no sentó bien ni en el seno del Pacte del Botànic, ni en determinados sectores de su propio partido socialista.

La vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, la socia de Puig, Mónica Oltra, afirmó que «no hay sucesor designado». Dijo haber conocido la propuesta a través de los medios de comunicación» y aseveró que, en cualquier caso, la designación de esta persona «se ha de votar» y «contar con la gente» que tiene que hacerlo, porque el Govern del Botànic es «una corporación políticamente plural».

Por su parte, la secretaria general del PSPV de la provincia de Valencia, la afín al secretario de Organización federal, José Luis Ábalos, Mercedes Caballero, quiso mostrar su malestar por la propuesta de Puig de indicar quien sucederá a Rodríguez, al reivindicar su potestad para proponer al presidente de la Diputación de Valencia, para, a continuación plantear a su vez que sea Toni Gaspar el relevo.

Caballero hizo estas declaraciones después de haber ratificado con Ferraz que, efectivamente, la competencia era suya y no del líder del PSPV o de la propia ejecutiva de País.