La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha puesto este martes el llamado acuerdo del Botánico, "a prueba de bombas", como ejemplo "modélico y exportable" de pacto de gobierno, y ha confiado en poder conseguir algo así en el futuro entre las "fuerzas del cambio" para desalojar a Mariano Rajoy del Ejecutivo.

Ha sido un mensaje que ha lanzado en una conferencia informativa organizada por Nueva Economía Fórum, a la que han asistido el president de la Generalitat, Ximo Puig, miembros del Consell, parlamentarios de Compromís y dirigentes de Podemos como Rita Maestre y parte de su candidatura para dirigir el partido en Madrid.

Oltra ha dejado claro en su intervención que Compromís volvería a reeditar el Pacto del Botánico, firmado por el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos tras las elecciones autonómicas de 2015 y gracias al cual los dos primeros partidos gobiernan en coalición en la Generalitat con el respaldo parlamentario del tercero.

"Sin ninguna duda" reeditaría ese pacto, ha recalcado al ser preguntada a este respecto. El pacto "está a prueba de bombas", ha insistido, y ha recordado que incluso está a punto de firmarse su actualización.

Buena parte de las preguntas formuladas a Oltra han girado sobre si ella ve factible una traslación al ámbito nacional de esa coalición de gobierno y si sería posible intentar de nuevo un gobierno de las llamadas "fuerzas del cambio".

Y en ese punto ha sido tajante: "Siempre se van a dar las circunstancias para volverlo a intentar", ha señalado, si bien ha admitido que ella es en general una persona "muy esperanzada" y, a veces, con "una tendencia al optimismo demasiado exacerbada".

Para Oltra, "se puede esperar un futuro mejor" si los gobiernos autonómicos y locales en los que está al frente la izquierda consiguen demostrar que no sólo son garantes de la recuperación de derechos, sino que también son más eficientes.

Oltra ha hablado asimismo del modelo de Estado y ha dicho que España tiene desde hace años una "tensión territorial no resuelta", que está haciendo "reventar por sus costuras" una Constitución que está pensada para un contexto político determinado, tras la salida de una dictadura, y que dio respuesta a las necesidades de aquel momento.

"Pero que se demuestra incapaz de asimilar la realidad social, territorial, tecnológica, política, medioambiental de una España que no se refleja en un texto que actualmente no da respuesta a sus problemas", ha añadido.

Y para que no se "malinterpreten" sus palabras, ha advertido a quienes les acusan de querer romper el texto constitucional de que, en realidad, lo que pretenden es "restaurarlo y limpiarlo".

Durante su conferencia, Oltra ha reiterado la denuncia sobre la "infrafinanciación inconstitucional" que de manera "injustificada e inexplicable" sufre la Comunitat Valenciana y se ha detenido ampliamente en recordar los casos de corrupción en los que está involucrado el PP en esa autonomía.

La corrupción, según ha diagnosticado, "es un síntoma de la anorexia democrática" que había en la Comunitat Valenciana, donde el PP "confundía su mayoría absoluta con el poder absoluto".

En ese escenario de "saqueo sistemático y sistémico", y en medio de un empobrecimiento generalizado de los valencianos, sucedió el "pequeño milagro" de las elecciones autonómicas y locales de 2015, con un resultado que obligaba a pactar, dialogar y llegar a acuerdos.

Allí inventaron la "perfecta forma de cohabitación", el "mestizaje", y constituyeron un gobierno con dos partidos, no dos gobiernos.

No ha querido plantear ninguna hipótesis sobre su futuro político al ser preguntada si se ve de presidenta de la Generalitat en 2019, aunque sí ha descartado con rotundidad dar el salto a la política nacional. "España es demasiado grande, yo soy de tierras chiquitas", ha argumentado.

Respecto al Corredor Mediterráneo, ha lamentado la inacción del Gobierno ante una infraestructura que ha considerado que debería ser una prioridad y cuya finalización reclaman no sólo las autoridades políticas valencianas, sino también los empresarios.

Según sus cálculos, arreglar toda la línea férrea entre Valencia y Zaragoza cuesta lo mismo que construir dos kilómetros del AVE a Galicia.

Asimismo, ha dicho que el problema de la variante sur de Pedralba está en vías de solucionarlo, pendientes de equilibrar la movilidad con el impacto ambiental y que ambas cuestiones estén dentro de la legalidad.