La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, justificó ayer su ausencia el pasado lunes en el acto de conciliación con el expresident de la Generalitat Francisco Camps en que no tenía la intención de conciliar porque no había nada de qué retractarse ni quería hacer perder el tiempo a nadie. Oltra, contra la que Camps ha presentado una querella por supuestas injurias y calumnias, no acudió por “recomendación de mi abogado”, aunque entiende que “en ocasiones las opiniones pueden molestar a otras personas”. “Un sistema democrático incluye la posibilidad de opinar cuestiones que pueden resultar molestas”, dijo.