La presión de la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, en contra de un adelanto de las elecciones autonómicas al 28 de abril para el que no ve razones políticas, no pareció influir demasiado ayer, al menos en el entorno del partido president Ximo Puig, en el que no pocos socialistas estimaron de nuevo que el avance de fechas está más cerca que lejos.

Fue en una jornada en la que Puig guardó silencio público, lo que mantiene su agenda de consultar la decisión «con personas y ver datos» este fin de semana, y en la que estuvieron presentes las especulaciones y el análisis sobre posibles trabas o requisitos para que autonómicas y generales puedan coincidir.

Uno de los elementos en este sentido sería la disposición de la ley electoral que obligaría a que municipales, autonómicas y europeas se celebraran en la misma fecha si el espacio entre una y otra cita electoral fuera menor a cuatro meses, disposición que algunos consideran que está anulada por normativas posteriores.

Otro dato mencionado como un escollo es la necesidad de convocar una reunión del Consell para materializar en un decreto la convocatoria de los comicios, que es prerrogativa exclusiva del president en todo caso. No faltaron tampoco las alusiones a que el lunes Ximo Puig tiene una reunión en Madrid en un viaje en el que aprovecharía para pasar consulta con Pedro Sánchez.

la reacción de los socios // En el día después de que los líderes de los partidos socios del Botànic, Ximo Puig y Mónica Oltra mantuvieran una actitud de frialdad manifiesta durante el pleno del jueves, día en el que el president avivó la idea del adelanto electoral, la vicepresidenta fue tajante en la rueda de prensa tras la reunión del viernes del Consell --en la que no se trató el tema--, con declaraciones que repitió por la tarde antes de participar en un acto de partido en Castellón.

Oltra valoró que las decisiones sobre las elecciones tienen que «tener una razón política y no partidista», para añadir que «la ley lo que dice es que las elecciones se convocan para cuatro años». Explicó que en la Comunitat no concurren ninguno de los tres motivos por los que se adelantan unas elecciones, que son la inestabilidad, falta de apoyo parlamentario o la imposibilidad de sacar adelante los proyectos legislativos del Ejecutivo.

Quiso también la vicepresidenta enfatizar su «sintonía» con Ximo Puig, precisamente en cuanto a que los comicios no se convocan por razones partidistas, y para forzar más su presión sobre el president afirmó: «Como tenemos ahí plena sintonía, el president y yo nos mantenemos en este marco ético y político que es que las elecciones se adelantan cuando hay razones políticas».

Por su parte, el candidato de Compromís por Castellón a Les Corts, Vicent Marzà, quien participó en la misma presentación a competir en las urnas en la capital de la Plana, ante la pregunta de si beneficiaría o perjudicaría a su partido un adelanto de las autonómicas al 28-M, aseguró que no hacen «ese tipo de cálculos», si «es mejor o no» para sus intereses. Marzà añadió que han llegado para hacer políticas «que mejoren la vida de la gente», y apuntó que van a «continuar haciéndolo», desde la defensa del trabajo que ya han realizado a través del Consell del Botànic.

«preparados para ganar» // Por su parte, el vicealcalde de Castellón y candidato a primer edil por Compromís, Ignasi Garcia, aseveró que «llegados a este punto, independientemente de lo que decida el president de la Generalitat», lo que debe hacer su formación es «salir a ganar». Dijo que no le preocupa que haya un adelanto autonómico porque están «preparados para ganar».