El Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) que preside Isabel Bonig está a punto de cerrar otra semana negra sin garantías de que la pesadilla de nuevas revelaciones acusatorias e imputaciones judiciales a sus cargos y exresponsables en las administraciones públicas haya acabado cara al futuro inmediato.

El martes se desató el huracán que vuelve a dinamitar de nuevo al PPCV cuando el Tribunal Supremo anunció la apertura de una causa contra la exalcaldesa de Valencia y aún senadora, Rita Barberá, por el blanqueo de dinero en el PP de la capital del Turia.

No fue la única sorpresa del día, ya que se conoció además la imputación del diputado provincial del PP Salvador Enguix, si bien el juez abrió causa también contra los socialistas Rafael Rubio y Raúl Pardos, dentro de la pieza separada del caso Imelsa por supuestos contratos ficticios.

Con un crescendo en la presión pública y política ejercida en contra el PP y, en concreto, contra Barberá, como telón de fondo, esta decidió salir a la palestra el miércoles, primera jornada del primer debate de política general celebrado en Les Corts con el socialista Ximo Puig como presidente de la Generalitat, y anunciar su decisión de entregar su carné del partido, pero no el escaño en el Senado, en un claro desafío a su formación, que le había pedido una retirada completa.

unanimidad // El jueves, segundo día del importante debate en el parlamento, el caso de la exsenadora ya eclipsaba casi el trabajo de los diputados autonómicos, de los que socialistas y miembros de Compromís habían presentado la víspera una propuesta para que Les Corts pidieran a Barberá que dejara su escaño en la Cámara Alta. De hecho, al final, Isabel Bonig también firmó la propuesta, aunque no quiso cargar de manera frontal contra la exalcaldesa, y la iniciativa se aprobó por unanimidad de todos los grupos.

Fue la jornada más negra para los populares ya que, además, el juez decidió no prorrogar el secreto del sumario del caso Imelsa, con lo que se abrió otra caja de Pandora para la formación.

Se supo ya que el exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, cuyas declaraciones dispararon las críticas contra el PPCV, implica en el cobro de comisiones al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps; y los exconsellers Gerardo Camps, y los castellonenses Víctor Campos y Alejandro Font de Mora; o al presidente provincial del PP en Valencia, Vicente Betoret, como concocedor del reparto de mordidas.

Para ayer quedaron otras noticias, como otra imputación al expresidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, en otra pieza por blanqueo de comisiones en sus empresas. H