La Conselleria de Educación, con el objetivo de garantizar la participación de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos, ya tiene listo el borrador del Reglamento de Organización y Funcionamiento (ROF) de los centros públicos, en los que llama la atención que los padres tendrán que comprometerse por escrito a ayudar en los estudios de sus hijos. Fuentes consultadas de la conselleria por este periódico aseguran que se pretende “adaptar los centros a la educación del siglo XXI para asemejarse al modelo finlandés”.

En dicho borrador se pretende “la participación de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos”, por lo que se redactará una carta de compromiso educativo con las familias del alumnado de los centros. En la misma se tiene que expresar los compromisos que cada familia y el centro acuerdan en relación con los principios que la espiran, y que según dichas fuentes “tienen que ser los necesarios para garantizar la cooperación entre las acciones educativas en un entorno de convivencia, respeto y responsabilidad en el desarrollo de las actividades educativas”. Los contenidos, afirman, estarán elaborados por el centro y serán aprobados por el consejo escolar, teniendo que estar finalmente la carta firmada por la dirección del centro y la familia, quedando así constancia documental de la misma.

Además, los reglamentos recogen la idea de que por regla general las actividades complementarias (se realizan dentro del horario lectivo) deberán ser gratuitas, y que los centros tendrán la obligación de evitar que cualquier alumno sea excluido por razones económicas. Lo mismo sucede con las extraescolares, si bien ya hay regulación en este sentido.

Aclaran desde la Conselleria de Educación que en otras comunidades autónomas se llevan realizando estas prácticas desde hace años y que esta especie de contrato no conllevarían sanciones o castigos a los padres que posteriormente no se impliquen de forma directa en los procesos educativos de sus hijos. Las nuevas normativas también contemplan la figura del voluntario, que no podrá recibir contraprestación alguna.