Los partidos políticos tratan de armarse ya en la Comunitat Valenciana cara al 26 de mayo del 2019, justo cuando se cumpla un año a partir de ayer, y se celebren las próximas elecciones autonómicas --también habrá municipales y, probablemente, europeas en esa fecha--, en unos comicios en los que está en juego si se consolida el Pacte del Botànic o si los populares logran reconquistar el poder en el Palau, sin perder de vista el papel creciente que juega Ciudadanos. A doce meses escasos de la cita con las urnas, todos tratan igualmente de medir qué efectos tendrán sobre el voto los procesos judiciales que afectan directamente al PP, y también a PSPV y Bloc, investigados por presunta financiación ilegal.

Calibrar esta cuestión, cuando esta misma semana los casos de corrupción política han disparado una seria crisis en este contexto en toda España, de consecuencias aún imprevisibles, es una aspiración de todos.

tareas pendientes // En el bloque del Botánico, PSPV, Compromís y Podem tendrán que reivindicar qué méritos han aportado, en una estrategia de diferenciación que ya ha tenido sus polémicas públicas, pero también privadas. «No hay ni una reunión interna del PSPV en la que no se diga que Mónica Oltra come terreno a Ximo Puig; ni una de Compromís en la que no digan que son secundarios, y ni una de Podem en la que no les digan: o apretáis las tuercas, o vamos a desaparecer», asegura a Efe un destacado dirigente socialista

Los socialistas opinan que no les afectará el caso judicial de las contrataciones con la empresa Crespo Gomar, que «no es comparable» con los del PP, y acudirán a las urnas con unidad interna en torno a Puig, pues «el poder es el mejor cemento de las organizaciones políticas, igual que su pérdida es el mayor disolvente».

optimismo / En Compromís insisten en que en el 2019 hay que consolidar los cambios en esta legislatura «histórica», y afrontan con optimismo unas elecciones en las que defenderán la utilidad de los gobiernos plurales y de fórmulas como el mestizaje, que han permitido el Ejecutivo «más estable» de la democracia.

Podem, quien criticó ayer que ha afirmado este sábado que «los privilegios» de los expresidents de la Generalitat han costado a la Generalitat «más de un millón de euros desde 2003, de los que más de 700.000 corresponden a Francisco Camps». Admite que, más que ser la fuerza mayoritaria en el 2019, aspira a que se mantengan las mayorías de 2015.

El PP de Isabel Bonig afirma que va a batallar hasta el final y no les va a parar «nada ni nadie».

«El PP es el centro derecha por excelencia», defienden los populares, que reivindican que los casos de corrupción son «del pasado» y no representan al «nuevo PP», donde hay «una profunda regeneración», y recuerdan al PSPV y Bloc que la Justicia «investiga su financiación».

Y Ciudadanos se mueve con la perspectiva de ganar, pues entiende que es ya un partido «adulto», frente a un PP al que la corrupción ha «podrido casi en su totalidad»; un PSPV «indefinido» y una comisión de investigación sobre PSPV y Bloc que acabará en víspera de elecciones.