Dos policías testificaron ayer en el juicio de Gürtel que el acusado Álvaro Pérez, el Bigotes, intentó presionar al expresident de la Generalitat Francisco Camps para conseguir que el PP zanjara su deuda por la financiación ilegal que la trama ideó para las campañas electorales de 2007 y 2008.

La Audiencia Nacional reanudó la vista de la causa seguida contra diecinueve acusados de una supuesta financiación ilegal del PP de la Comunitat a través de facturas falsas y pagos en B de empresarios que gozaban de adjudicaciones en la Comunitat para gastos de las campañas electorales de 2007 y 2008. Dos inspectores de la Policía Nacional testificaron ayer y confirmaron que los actos electorales del PP valenciana de esos años fueron financiados a través de Orange Market, según la declaración que realizaron ayer ante el tribunal.