Tras el pacto del PP y Ciudadanos para ir juntos a las próximas elecciones vascas --lo que ha provocado la defenestración de Alfonso Alonso y su sustitución por Carlos Iturgaiz--, el debate sobre la conveniencia de la unión de las dos fuerzas de centroderecha se ha trasladado a la Comunitat. Lo hace impulsado por los populares alicantinos, que han defendido una alianza cara a las elecciones autonómicas del 2023, una propuesta que, por ahora, han aparcado las direcciones de los partidos a nivel autonómico.

Son Carlos Mazón, presidente de la Diputación, y Luis Barcala, alcalde de Alicante, los que han expresado esta semana la conveniencia de repetir el pacto vasco. El primero se muestra «claramente partidario» de este acuerdo, que llegará «antes o después». El segundo, por su parte, cree que el futuro del centroderecha pasa por la «unificación» de ambos partidos, también cara a los comicios catalanes. Hay que recordar, por otro lado, que tanto Mazón como Barcala gobiernan con los apoyos del partido naranja.

El hecho de que queden tres años para una nueva cita con las urnas hace que el debate no sea tan urgente como en Galicia o Cataluña, pero todo hace indicar que este se producirá. En este sentido, la destitución de Alonso es un precedente que el PPCV tendrá que tener en cuenta si el líder del partido, Pablo Casado, plantea la conveniencia de este acuerdo en la Comunitat Valenciana.

pactos // Ayer se pronunciaron sobre el tema la portavoz adjunta de Cs en Les Corts Ruth Merino y su homóloga en el PP, Eva Ortiz. «No hay ninguna necesidad de hablar de pactos», indicó Merino, que celebró el acuerdo en Euskadi en «un momento puntual y con circunstancias excepcionales» ante la «amenaza nacionalista». «Tenemos nuestro propio espacio y nuestras diferencias con el PP», subrayó la parlamentaria de la formación naranja.

Por su parte, Ortiz indicó que no se cierran «a nada» y es la dirección nacional la que tiene la «batuta» en esta cuestión, respaldada por los presidentes autonómicos. «Hay muchas cosas en que las coincidimos, en otras no tenemos tantas cuestiones en común», indicó, pero las elecciones son «en principio en el 2023». «A priori, no le veo ningún problema a que la dirección nacional inicie las conversaciones que estime conveniente», declaró, y agregó que Bonig siempre se ha mostrado partidaria de conseguir la unidad del centroderecha para evitar la fragmentación.

Lo que importa al PPCV, recordó la popular, es que los ciudadanos entiendan que son «una herramienta en positivo» y no las cuestiones internas que un partido debe resolver «en casa».