El PSPV-PSOE denunció ayer que el exvicepresidente y exconseller de Hacienda Gerardo Camps (PP) gastó más de 553.000 euros en comidas en restaurantes de lujo entre los años 2007 y 2011, que se cargaron a la caja fija de esa Conselleria, de la Sociedad Proyectos Temáticos y de la Ciudad de las Artes. Las facturas de gastos en comida en locales gurmet, muchas de ellas firmadas por Gerardo Camps, tienen un importe medio de 400 euros.

El portavoz adjunto del grupo socialista en Les Corts José Muñoz criticó que “si ya es una barbaridad” el importe total, el detalle de las facturas es “más indignante”, ya que “en los peores años de la crisis” el PP vivía “a cuerpo de rey” a costa del dinero de los valencianos. El diputado destacó que el exconseller “era capaz en un mismo año de repetir local hasta en 125 ocasiones”, y que “prácticamente todos los días” iba a comer por estos precios “desorbitados”, lo que evidencia un uso “por lo menos poco ético” de los recursos públicos.

Además, Muñoz resaltó que “tampoco escatimó en un concepto un poco ambiguo”, denominado “sugerencias”, en el que se incluían por ejemplo las propias propinas, que “también iban a cuenta” del erario público.

CASO ‘GERARDOGATE’ // En opinión del socialista, “el Gerardogate es un ejemplo del saqueo del PPCV durante 20 años de gobierno”. Además, adelantó que han pedido los gastos de alojamientos y viajes del exconseller, y ya han hallado alguna cuestión “extravagante”. Muñoz agregó que el PPCV debe decidir, ante la nueva convocatoria de elecciones generales, si quiere mantener a Gerardo Camps como representante público --es diputado nacional por Alicante--, o regenera y lo excluye de las listas al Congreso.

Sobre esto, indicó que “lo único que separa” al exconseller “de la imputación es su aforamiento”, por lo que instó al PP a aprovechar la oportunidad para demostrar “si se cree la regeneración democrática y la limpieza de sus representantes”, o si el “despilfarro, la corrupción y la poca vergüenza está en su ADN”.

Muñoz consideró que, para evitar que todas las facturas de la comidas corrieran a cargo de la Conselleria de Economía, las repartía también en las cajas fijas de la Sociedad Proyectos Temáticos, que “prácticamente no se reunía”, y de CACSA. “Más que una caja fija, era un cajón desastre”, indicó el socialista. H