El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, valoró el avance que supone el acuerdo alcanzado la semana pasada en la conferencia de presidentes para activar la definición de un nuevo sistema de financiación autonómica, pero lanzó también el aviso de que el pacto supone solo «el principio», para especificar después que su único compromiso es con los ciudadanos de la Comunitat.

En su comparecencia ante Les Corts para explicar el resultado de la cita que se celebró en el Senado, Puig deslizó de nuevo su defensa de la disposición a pactar de su partido, el PSOE, con el Gobierno de Mariano Rajoy, al señalar que a su juicio, se inaugura una etapa donde «acordar con diferentes será una obligación permanente», lo que lejos de ser una debilidad es «una oportunidad».

De los acuerdos de la reunión, destacó el alcanzado para cambiar este año el sistema de financiación, y avanzó que seguirá reclamando «fórmulas para la condonación de la deuda histórica» y «acabar con la competencia fiscal desleal entre autonomías», que, según dijo, practica la Comunidad de Madrid.

Todos los grupos parlamentarios mostraron su apoyo al cambio del sistema de financiación, pero el PP rechazó la armonización fiscal, Ciudadanos (C’s) se mostró preocupado por «la inacción del Consell» y Podemos ve más «declaraciones de intenciones que objetivos cumplidos».

Puig, quien dijo haber actuado «con exigencia y lealtad», defendió un nuevo modelo que garantice los derechos de los españoles y el autogobierno independientemente de dónde hayan nacido, algo que «no puede construirse sobre la base de las injusticias heredadas» y ha reivindicado que el nuevo sistema «parta de cero».

apoyo del ppcv // Por su parte, la portavoz parlamentaria del PP, Isabel Bonig, ofreció apoyo al president en la reforma del sistema, pero en ningún caso para establecer avance alguno en la armonización fiscal. La también presidenta del PPCV pidió a al presidente de la Generalitat que predique «la lealtad» que defiende, del mismo modo que le reprochó que no planteara la revisión de la deuda histórica, tal como habían acordado en la ronda previa que Puig hizo con los partidos, y sí defendiera el efecto retroactivo al 2014 del nuevo sistema, algo que «en ningún momento» se había acordado. Además, aseguró que Puig «no es libre» sino que está «maniatado» por sus socios de gobierno.

Por su parte, el portavoz de Podemos, Antonio Montiel, animó a Puig a «seguir siendo reivindicativo», al tiempo que dijo echar en falta un compromiso sobre el reconocimiento y compensación de la deuda histórica y la retroactividad del nuevo modelo; mientras que Fran Ferri (Compromís) valoró que Puig trasladara «una agenda valenciana propia»; y el síndico de Ciudadanos, Alexis Marí dijo que espera que cuando lleguen más ingresos se gasten en mejorar la calidad de servicios públicos.