El president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que tiene «mucha esperanza» de que la llegada del valenciano José Luis Ábalos como ministro de Fomento desatasque el corredor mediterráneo y reclamó «una hoja de ruta clara y que se cumplan los plazos». «Al nuevo ministro no hay que explicarle lo que es el corredor mediterráneo y eso es un avance sustancial», valoró Puig a preguntas de los periodistas durante su visita al Salón Internacional de la Logística y la Manutención (SIL) en Barcelona.

«Queremos que el nuevo gobierno haga un esfuerzo para priorizar este corredor que en toda Europa se tiene en cuenta. He encontrado siempre más receptividad en Bruselas que en Madrid y esa carencia hace que la competitividad de nuestras empresas esté lastrada», apuntó en la feria barcelonesa, ayer dedicada a la logística de la Comunitat. Para Puig, «por el Corredor pasa más del 50% de las exportaciones de España y no es posible que continúe atascado», subrayó.

Asimismo, Puig recordó que como responsable del Comité de las Regiones presentó un informe hace un par de meses donde planteaban que como corredor esencial «debería tener el apoyo de fondos europeos y estatales».

fusión // En la feria, el jefe del Consell apostó además por conectar el eje que atraviesa la provincia con el corredor atlántico para lograr «una mayor vertebración territorial y una mejora de la competitividad». Lo hizo durante la mesa redonda ¿Cómo potenciar los corredores mediterráneo y atlántico?, a la que también asistió el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent.

En la charla, el president aseguró que ambos corredores necesitan financiación, evaluación, seguimiento y que haya un planteamiento común para la fusión de ambas infraestructuras y cree que esta interconexión, que se produciría a través del corredor cantábrico-mediterráneo, generaría «una mayor riqueza, más redistribuida y un mayor aprovechamiento del territorio».

Asimismo, apuntó que, para que el Estado avance en competitividad logística, debe superar la concepción radial de sus conexiones, ya que «el centralismo no es inteligente» y el desarrollo en red sería, sin duda, más eficiente.

En este sentido, Puig manifestó que es necesario crear un nuevo marco político dialogado para la planificación de las infraestructuras que huya del «cortoplacismo» y del «partidismo» y añadió que, en materia de infraestructuras, se debería trabajar «con más inteligencia, de manera más cooperativa y sin confrontaciones».

«No se trata de actuar desde la confrontación de corredores», sino que las infraestructuras «deberían ser acuerdos de Estado, que no funcionaran con criterios arbitrarios», manifestó. El jefe del Ejecutivo valenciano reiteró que el corredor mediterráneo está «profundamente atascado» y remarcó que hay que «priorizar las inversiones y los recursos».