El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reivindicado que "es necesario, es urgente y es fundamental que se pase de las palabras a los hechos" en la Conferencia de presidentes autonómicos del próximo martes, pues, aunque se ha avanzado en la "voluntad de acercamiento", hace falta más.

Puig ha considerado que la citada Conferencia es "un buen instrumento de carácter federal" para que, de manera multilateral, los distintos territorios planteen desde sus perspectivas sus problemas y, al mismo tiempo, se den soluciones conjuntas.

Por ello, afirma que "sería razonable" que en la cita del día 17 en el Senado estuvieran "todos" los presidentes autonómicos, "defendiendo aquello en lo que creen y aquello que piensan que es mejor para su territorio, sin límites en la expresión".

"Es una pérdida de oportunidad que no vengan algunos presidentes", señala Puig, quien respeta la decisión que quienes han optado por no acudir, pero valora la importancia de que exista un espacio multilateral de diálogo entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España, además de las relaciones bilaterales.

Así, admite que le gustaría "obviamente" que el presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, estuviera en la Conferencia, donde además podría transmitir "cómo se vive en estos momentos la situación de Cataluña".

"Es necesario superar esta vía de falta de falta de diálogo y hay que propiciar una vía de entendimiento", afirma Puig, quien reitera la postura de la Comunitat Valenciana de intentar facilitar el entendimiento entre Cataluña y el resto de España, desde una mirada abierta y no excluyente.

Puig ha asegurado que el cónclave del martes no es "un espacio de confrontación entre dos o tres partidos políticos", pues los presidente autonómicos representan a todos los ciudadanos de sus territorios, y por tanto una "despartidización" del encuentro le da "vigor" y una "orientación federal".

El president insiste en que no se pueden tomar decisiones "desde la verticalidad" y desde una "conciencia de Estado centralista, porque España ya no es un Estado centralista", y por tanto es útil tener un instrumento como la Conferencia de presidentes, así como otros cónclaves de carácter sectorial y permanente.

Se ha mostrado convencido de que el encuentro del martes se plasmará en hechos concretos, y ha reclamado que de ahí salga un calendario "claro" de la reforma del modelo de financiación autonómica, que "no puede, desde luego, pasar de unos cuantos meses".

Ha resaltado que la financiación autonómica no es un problema "entre políticos ni entre partidos", sino un problema que define finalmente los servicios públicos que recibe cada ciudadano, "y no es posible la asimetría enorme" que actualmente existe entre las distintas autonomías a la hora de ejercer las competencias.

"Tenemos que buscar un escenario en el que se respete la singularidad de los territorios, pero que garantice la igualdad de derechos de los ciudadanos", ha sostenido Puig, quien también ha reiterado que hay que hablar "de toda la tarta de recursos, no solo del trocito" de las autonomías o de los ayuntamientos.

Ha insistido en que es necesario superar la infrafinanciación y la infrainversión y recuperar la visibilidad de la Comunitat Valenciana en España, y "decir claramente que aquello del Levante feliz fue un tópico de hace mucho tiempo; ahora tenemos doce puntos menos per cápita que la media" nacional y la capacidad de "aportar mucho al conjunto si se nos trata con equidad".