La Comunidad Valenciana ha celebrado hoy un multitudinario acto en Madrid para reclamar una financiación justa que permita superar el desequilibrio de ser "la única autonomía pobre" que paga más de lo que recibe, con un 11,7 por ciento menos de recursos que la media nacional.

Celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, al acto han asistido numerosos dirigentes políticos, encabezados por el presidente valenciano, Ximo Puig; la vicepresidenta, Mónica Oltra, o el presidente de Les Corts Valencianes, Enric Morera, así como representantes de la sociedad civil y el mundo empresarial.

Según se ha puesto de relieve en este encuentro, la "infrafinanciación" de la Comunidad Valenciana está demostrada incluso "científicamente" y se traduce en que cada valenciano dispone de 259,16 euros menos a través del modelo de financiación que el promedio estatal de las autonomías de régimen común, en las que no se incluye a País Vasco y Navarra.

Esto es, a cada valenciano le tocarían 1.997,03 euros para cubrir las necesidades de sanidad, educación, atención social, apoyo a la economía e infraestructuras.

Según los datos de la Generalitat valenciana, cada cántabro dispone de 1.020 euros más que un valenciano con el actual modelo de financiación, o cada riojano, que cuenta con 853 euros más.

Eso es un 11,7 por ciento menos que la media nacional, de 2.260,72 euros, lo que se significa 1.325 millones de euros menos que percibe esta Comunidad Autónoma al año.

Desde la seguridad de que la valenciana es "la comunidad peor financiada", la propuesta que han formulado los asistentes es una reforma inmediata del sistema de financiación con efecto a 1 de enero de 2014, cuando finalizó el modelo que todavía se aplica; el reconocimiento del déficit de financiación acumulado, y la ejecución por parte del Estado de las inversiones previstas.

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha señalado que el acto de hoy ha tratado de dar visibilidad "a las insuficiencias" de la cuarta comunidad de España en población.

Un acto "celebrado conscientemente en un momento crucial para España, en un momento donde el ruido y la campaña electoral permanente están desplazando los grandes debates", ha señalado.

"El problema valenciano existe", ha enfatizado, y ha explicado que aunque no es un problema identitario, sí es una "anomalía democrática". "No nos interesa ningún debate localista ni victimista, sino sumar al debate de un nuevo proyecto, de una España compartida. Nuestra primera tarea es acabar con la invisibilidad", ha añadido.

Puig ha rechazado el tópico del "levante feliz", que ha enfrentado con la "realidad", la del paro, la pobreza y la escasez de recursos para financiar los servicios públicos.

La falta de financiación adecuada, junto con otros aspectos, entre los que ha citado el despilfarro, la mala gestión y la corrupción, han llevado a que la valenciana tenga una deuda del 46 por ciento del PIB, la más alta de todas las comunidades.

El presidente valenciano ha elevado el problema a la categoría de "cuestión de Estado" y ha dejado claro que es responsabilidad del Gobierno central garantizar la igualdad y la equidad.

Además de la infrafinanciación, se ha quejado de la "infrainversión", que ha cifrado en 1.980 millones de euros menos de los que, a su juicio, debería haber recibido esta Comunidad.

"Sólo reclamamos que cesen las hostilidades, que cesen las injusticias", ha planteado para asegurar que no quieren privilegios respecto al resto de comunidades, sino equidad, mediante la reforma del sistema de financiación.

Y para evitar sanciones de la Comisión Europea y fijar objetivos "razonables" de déficit, ha propuesto que se reúna la Conferencia de Presidentes.

Antes que él ha intervenido la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, ha dicho que la valenciana es la única comunidad que, pese a ser "pobre", tiene que pagar más de lo que recibe.

Oltra ha lamentado que esa infrafinanciación impide a la Generalitat valenciana prestar las atenciones que requieren los ciudadanos, y ha puesto como ejemplo el hecho de que sólo con llegar a la media estatal, se podría saldar la deuda de todas las universidades públicas valencianas y contratar a 8.000 nuevos docentes.

A su juicio, "hay un consenso absoluto" en señalar que "no es casualidad" que la Comunidad Valenciana posea unos indicadores sociales y económicos por debajo de la media y ha recordado que el riesgo de pobreza y exclusión está 4,3 puntos por encima de la media española.

"No es suficiente con haber alterado las políticas de la Generalitat, necesitamos recursos suficientes para poder llevar a cabo ese cambio de prioridades", ha subrayado.

Enric Morera, por su parte, ha proclamado que el valenciano es "un pueblo unido", que ha sido precursor del diálogo y el acuerdo -en alusión a la situación de bloqueo en el Gobierno central- y que plantea una reivindicación "muy justa y solida".

Morera ha considerado que "sin autonomía financiera no hay autonomía política" y que sin la una y sin la otra "el pueblo valenciano no tiene futuro".