El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, reafirmó ayer el compromiso de su partido con el corredor mediterráneo como “columna vertebral de la eurorregión mediterránea” y defendió que con la ejecución de esta infraestructura la Comunitat Valenciana se juega “ser o no ser una comunidad socialmente avanzada y realmente potente en Europa”.

Puig se reunió ayer en Bruselas con el secretario general de Ferrmed, Joan Amorós. Allí destacó que en la Unión Europea hay “mucha más conciencia de la importancia de esta infraestructura” que lo que se nota en España, y defendió que “no hay tiempo para más retrasos”.

A su juicio, la Unión Europea “está determinada a que el corredor mediterráneo sea una realidad” y añadió que “lo único preocupante es ver la parte de cofinanciación de España, cómo se va a desarrollar y la capacidad que tenga para lanzar todos los proyectos que hay que realizar en estos momentos”.

Los socialistas quieren “abrazar a Murcia, a Cataluña, a Andalucía... porque creemos que es fundamental”. Por ello, lamentó “la gran miopía de España ante esta cuestión”, y defendió que esto “ya no puede ser una cuestión partidaria ni de cortoplacismo”.

Por su parte, Amorós, según el comunicado remitido por los socialistas desde la ciudad de Bruselas, lamentó “el error estratégico importante” que supone que España, que “es la zona que más lo necesita, es la que menos participa”, al tiempo que aprovechó para subrayar que la ministra de Fomento, Ana Pastor, “no esta aquí defendiendo lo que toca”.

El secretario general de Ferrmed destacó la importancia de corredores que admitan trenes de mercancías más competitivos, al tiempo que estimó en 70.000 millones el ahorro que para España supondría el corredor mediterráneo, entre energía, mano de obra, combustible de camiones y menos contaminación; mientras que para la Comunitat Valencia, el ahorro podría ser de unos 20.000 millones de euros.

En cuanto a la opción del tercer carril, lo consideró “un desastre”, ya que Valencia “no puede quedarse con el túnel de Serrería por donde pasa todo” y advirtió de que “si no se busca una solución, se va a poner un nuevo semáforo de Europa en Valencia”.

Sobre el papel de las diferentes administraciones, Amorós apuntó que los gobiernos regionales “podrían influir si se ponen de acuerdo entre ellos”. H