El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dio un paso más en la reivindicación de una financiación justa al pedir que las comunidades forales también paguen, y apelar a Les Corts para que suscriban una declaración institucional exigiendo a Madrid el nuevo modelo este año. Mientras, la lideresa de la oposición, la popular Isabel Bonig, insistió en su argumento de que «el problema de Puig no es la falta de financiación, si no su falta de gestión».

En la sesión de control y en respuesta a las preguntas de Bonig y del portavoz de Compromís, Fran Ferri, Puig solicitó también a los parlamentarios que apoyen la consignación en los Presupuestos de la Generalitat de 2018 de 1.325 millones «reivindicativos» debido a la infrafinanciación.

El líder del Consell detalló que propondrá en todos los foros, incluido el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que las comunidades forales aporten al fondo de solidaridad que se derive del nuevo sistema de financiación, pues, según dijo, no están en contra del concierto ni del cupo, pero sí de que «eso signifique injusticia y falta de equidad».

Bonig afirmó, por su parte, que el problema del Consell no es tanto la financiación, que ya la tiene con «los 1.325 millones ficticios», sino la «falta de gestión» y tampoco lo es el PP sino Compromís, que no dejará cambiar el modelo «porque se les acaban las excusas». Tras felicitar la Navidad y el año nuevo a Puig pues no sabe «cuándo será la próxima sesión de control», le preguntó si tras la manifestación del pasado sábado en favor de una financiación justa «va a seguir buscando enemigos o va a buscar aliados».

En cuanto a Fran Ferri, pidió al president una valoración de «la histórica manifestación» del pasado sábado, y lamentó el «gran error» cometido por el PP y por el Gobierno de «ignorar» el mensaje «rotundo y sincero» de los valencianos en favor de un nuevo sistema para una financiación justa.

críticas a tve // Puig calificó de «éxito» la marcha; criticó el tratamiento dado por TVE a esta protesta, cuando la semana anterior «daba voz a una persona vinculada a la extrema derecha», y mostró su preocupación por «la recentralización que nos viene», además de tildar de «justa» la reivindicación valenciana.