El president de la Generalitat, Ximo Puig, se reunirá el próximo martes con la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, para exigir la transferencia de las entregas a cuenta correspondientes a 2018 y pedir que su cumplimiento no sea un asunto que decidan los distintos gobiernos.

En ese encuentro, que se celebrará durante la mañana del 10 de septiembre en la sede del Ministerio, Puig también reclamará el abono de las mensualidades del IVA y presentará varias propuestas para que el dinero pendiente llegue a la Comunitat Valenciana, entre ellas a través de créditos, según ha avanzado tras reunirse con el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí.

Puig ha afirmado que quiere resolver este problema y, en función de cómo se desarrolle la reunión con la ministra, buscar otras vías como la solicitud de convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) -donde el Gobierno tiene mayoría- o la del préstamo para que se hagan efectivos los pagos.

Ha dicho que el Consell y su president "garantizan absolutamente los derechos sociales de los valencianos" y que "no habrá ningún recorte en los derechos sociales", en alusión a los posibles recortes presupuestarios que analiza la Conselleria de Hacienda y que supondrían no ejecutar unos 400 millones de euros, algo que, ha dicho, no es "ningún drama" en un presupuesto global de 22.000 millones.

Según Puig, ningún partido del Gobierno valenciano quiere recortes sociales y ninguno tiene más legitimidad que otro en esta cuestión, un debate que corresponde al seno del gobierno y en el que los técnicos de la Conselleria de Hacienda están trabajando.

Se trata, ha especificado, de trasladar al próximo ejercicio partidas que puedan derivarse en parte o sean de difícil ejecución en este año, y ha lamentado que la no aprobación de los Presupuestos del Estado por la acción del PP, Ciudadanos y los independentistas "sí tiene consecuencias".

"¿De qué recortes hablamos si este año aumentamos en mil los profesores, hay 1,3 millones de personas que no pagan el copago y hay 1.000 millones más invertidos en sanidad?", ha preguntado Puig, para reconocer como problemático para la Comunitat que no haya Presupuestos Generales y que no haya Gobierno.

Según Puig, siempre ha sido responsable y ha mantenido el tono reivindicativo ante el Gobierno central por una financiación y unas inversiones justas y la deuda histórica, y así se va a mantener "gobierne quien gobierne, ahora, antes y después".

"Vamos a defender lo mismo -ha insistido- ahora, antes y mañana", pero hay que diferenciar en que a un gobierno en funciones sí se le puede exigir el pago de las entregas a cuenta por ser recursos que los ciudadanos valencianos ya han pagado y tienen que volver a la Comunitat para financiar el presupuesto regional, pero no definir un nuevo modelo de financiación por falta de interlocutor.

No obstante, ha abogado por ir más allá y establecer una nueva cultura política territorial por la que no sea necesario que el gobierno de turno tenga que autorizar las entregas a cuenta, y en este sentido ha sugerido una agencia tributaria de carácter federalista.

Tras rechazar que mantenga una postura "tibia" ante el Gobierno, ha señalado que habrá que esperar al día 23 para saber si puede haber presupuestos o se entra en un escenario de nuevas elecciones, lo que abrirá entonces un espacio de inestabilidad