Consell y Gobierno central escenifican hoy su anunciado rifirrafe por los actos que rinden homenaje a la Constitución española, de manera que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presidirá a partir de las 11.30 horas el acto programado en la Ciudad de la Luz en Alicante, como se aprobó por decreto ya el año pasado, mientras que el delegado del Ejecutivo estatal, Juan Carlos Moragues, hará lo propio, pero a las 12.00, y en la Capitanía General de Valencia. Como consecuencia, habrá quien tenga que elegir entre ambas convocatorias. Ausencias y presencias podrán contar, por tanto, con una lectura política, además de la institucional.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya lamentó la semana pasada que Moragues haya organizado un acto para celebrar el Día de la Constitución en Valencia, cuando la Generalitat lo celebrará en Alicante. Fue más allá, y añadió su opinión en el sentido de que el hecho de «que se haga un acto en Valencia cuando quien ostenta la representación del Estado se encuentra en Alicante» no le parece que «ayude a coser la Comunitat ni a convivir democráticamente, pero pase lo que pase» no va a hacer «de esto un conflicto», puntualizó.

Por su parte, el delegado del Gobierno aseguró en su momento en referencia a la polémica surgida en torno a la jornada conmemorativa que «cuántos más actos y en más sitios, mejor».

las explicaciones // Juan Carlos Moragues llegó a emitir un comunicado en el que apuntó que «son actos complementarios, en ningún caso excluyentes», y lo que pretenden «es que en diferentes puntos y ciudades se realicen festejos, celebrando el día de la Constitución», argumentó.

«No ha habido ninguna contraprogramación. Yo podría entender que la Generallitat entendiese contraprogramación si hubiese actos en la misma ciudad, pero siendo ciudades distintas lo considero hasta positivo y bueno que se celebre la Constitución en diversas ciudades», agregó.

Insistió en que «la voluntad de la Delegación de Gobierno no es contraprogramar, no es polemizar. La Generalitat lo tiene así por decreto y lo respeto».

No obstante, Moragues sí deslizó una crítica por el lugar que ha sido elegido por el Consell, al apuntar que la Ciudad de la Luz es un espacio sobre el que pesan lecturas políticas.