El refrán que dice que más vale tarde que nunca es perfectamente aplicable a la reforma del Estatut valenciano, que ayer fue aprobado definitivamente en el Senado. Fue en el último pleno de la legislatura y tras casi ocho años de larga y tediosa tramitación, ya que la modificación llegó de forma urgente a la Cámara Alta tras haber permanecido años congelada en el Congreso.

El nuevo texto legal de la Comunitat obtuvo un importante consenso entre partidos que, como el PSOE y el Partido Popular, en la actualidad son incapaces en llegar a acuerdos en otros asuntos como el encaje de Cataluña en el Estado. De hecho, todas las fuerzas políticas apoyaron el nuevo Estatut salvo Ciudadanos, que se desmarcó de la reforma por considerar que «no servirá para nada» ni podrá aplicarse.

Sin embargo, los portavoces de los demás grupos celebraron que fuera posible el diálogo y pusieron de relieve la necesidad de una normativa que permitirá mejorar las inversiones en la Comunidad Valenciana, al establecer que la inversión estatal sea equivalente al peso poblacional. De hecho, y pese a que el Estatut aún no había visto la luz, el presupuesto del Gobierno de Pedro Sánchez, que finalmente fue tumbado en el Congreso, ya incluía un gasto prácticamente equivalente al 10% que representa la región en el conjunto de España a nivel demográfico.

LA IMPORTANCIA DEL CONSENSO // En el debate en la cámara territorial participaron varios dirigentes castellonenses y valencianos, entre ellos dos expresidentes de la Generalitat como Alberto Fabra y Joan Lerma. Por parte del PP, el primero agradeció su labor a «todos» los que participaron en el proceso de modificación del Estatut, pero hizo una especial mención al expresidente Francisco Camps quien, según él, es quien inició el camino que acabó con la votación de ayer.

Desde el PSOE, el también exjefe del Consell Joan Lerma hizo hincapié en la necesidad de consenso para poder llegar a acuerdos como el de este Estatuto: «La falta de acuerdos es lo que nos ha llevado a estar mal financiados», lamentó, al tiempo que pidió a Ciudadanos que «participe» en el acuerdo parlamentario y «no justifique nunca» la situación de la infrafinanciación endémica que sufre la Comunitat Valenciana.

Por parte de la formación naranja, Lulis Crisol, respondió que la reforma «no servirá para nada y no puede aplicarse» y advirtió de que se utilizará «como propaganda de cara a las próximas elecciones» y no traerá «ni un euro más a los valencianos».

Por su parte, el senador de Compromís, Carles Mulet, se felicitó de que «después de tantos años», se vaya a aprobar la modificación de la normativa, aunque recordó que el Consell «ha tenido que pagar todo lo que no ha pagado el Estado» en un territorio con cinco millones de habitantes que ha recibido financiación «como si fuéramos cuatro».

Maria Freixanet (Unidos Podemos) también criticó que Ciudadanos «se haya bajado del tren», lo que tachó de postura «tacticista e irresponsable» del partido que lidera Albert Rivera.

A LES CORTS // Al término del debate, la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, tomó la palabra para felicitarse por el acuerdo y aseguró que con el mismo «se fortalece y actualiza» el Estatuto y el sistema constitucional demostrando su capacidad de dar respuesta a las «necesidades reales» de los ciudadanos. Una vez aprobado, el texto volverá a Les Corts para su ratificación final en un pleno que se celebrará, seguramente, la semana que viene.