El Botànic ha salvado la semana del debate de Política General. Ha logrado preservar la cohesión interna pero se deja heridas en el camino. Salvaguarda la unidad interna en las votaciones, pero a costa de evidenciar posiciones distintas en algunas cuestiones. Fricciones que los partidos que componen el pacto se han acostumbrado a sobrellevar pero que obligan en muchos casos a cesiones internas que generan recelos.

Para que no se evidenciara una ruptura de la unidad de voto, Compromís se vio obligado ayer en la tercera jornada del debate de Política General a votar en contra de una propuesta de Ciudadanos que es un calco de otra que tiene presentada la coalición. Ambas reclaman al Gobierno que autorice a la Generalitat el mismo déficit permitido al País Vasco.

El PSPV no tardó en decirle a su socio que no pensaba apoyarla y Unides Podem también se desmarcó. La coalición intentó que Cs cambiara parte del texto para atraer a sus socios, pero la respuesta de Cantó fue un «no». Así Compromís tuvo que votar contra una posición que compartía. La coalición, con todo, mantendrá vivo el debate con la propuesta que tiene registrada en las Corts.

Los socialistas aplaudieron la decisión tomada por Compromís y su portavoz, Manolo Mata, explicó muy gráficamente lo ocurrido: «El Botànic lo componen organizaciones distintas pero con un mismo proyecto, igual que Google Maps cuando te ofrece distintas rutas pero se llega al mismo camino». «Lo que son capaces por un plato de lentejas, estos de Compromís renuncian a todos sus principios», lanzó el diputado Fernando Llopis. «Son el tonto útil del PSPV», asestó Toni Cantó.

Tampoco ha acabado de agradar entre los socios del Botànic el apoyo a una iniciativa de Ciudadanos para que los presupuestos de la Generalitat de 2021 reflejen y doten económicamente los acuerdos del pacto de reconstrucción. En Unides Podem, el sector más afín a Pilar Lima recela abiertamente de esta cuestión, aunque también en este caso ha primado la lealtad botánica para evitar la ruptura del voto.

Pero son temas vivos. Esta semana se va a reunir la comisión de seguimiento del Pacte del Botànic y sobre la mesa estarán los presupuestos. Aunque Compromís y Unides Podem han votado a favor de esta resolución, en el debate de esta semana han mostrado claramante que prefieren un presupuesto de filosofía botánica que otro que incluya cesiones al centroderecha. Pero el debate de Política General acaba con guiños a Cs para consolidar puentes que permitan un acercamiento en el próximo debate de presupuestos para 2021.

Mientras, un error en el voto de tres diputados socialistas impidió, entre el jolgorio de la oposición, aprobar una iniciativa del Botànic que pedía elaborar un plan de atención primaria, blindar la sanidad pública y caminar hacia la recuperación de las privatizaciones. El diputado Ernest Blanch aseguró que el dispositivo para votar le había jugado una mala pasada. También Rosa Mustafá y José Chulvi apretaron el botón equivocado.

Mata admitió que se habían «liado», pero que presentarán una proposición no de ley con el mismo texto para resarcir el error. José Juan Zaplana (Partido Popular) lo atribuyó a discrepancias en el tripartito y en el grupo remarcaban que decaía la propuesta estrella del presidente en el debate.