Valencia, 16 nov (EFE).- Productores de cítricos de La Unió de Llauradors se han concentrado hoy ante la oficina de representación de la Comisión Europea en Barcelona en protesta por el acuerdo de la Unión Europea y Sudáfrica que amplía el periodo de importación de cítricos sin aranceles.

La Unió ha asegurado que la posible entrada de una plaga procedente de Sudáfrica, la mancha negra, ocasionaría un incremento de costes a los citricultores valencianos superior al 22 % al aumentar los tratamientos, lo que haría "inviable" el cultivo en la Comunitat Valenciana, ha informado en un comunicado.

Productores de esta organización procedentes de las comarcas productoras valencianas y de la Unió de Pagesos han repartido cítricos en las puertas de la Oficina de Representación de la Comisión Europea en Barcelona.

Una representación de ambas organizaciones, en la que estaba el secretario general de La Unió, Ramón Mampel, ha celebrado una reunión con el director de la representación de la Comisión Europea, Ferran Tarradellas, a quien le han entregado un escrito dirigido al comisario de Agricultura, Phil Hogan, en el que proponen un nuevo protocolo de relaciones comerciales con los estados del África Meridional.

En ese protocolo piden una serie de puntos que salvaguarden el cultivo de cítricos en el ámbito de la Comunitat Valenciana y en el resto de zonas productoras del Estado y de la Unión Europea.

A los posibles perjuicios económicos del acuerdo entre la UE y Sudáfrica que, según cálculos de La Unió, están en peligro más de 124 millones de euros por la competencia desleal en los mercados, se suman otras consecuencias en caso de que llegue una plaga de Sudáfrica.

A juicio de La Unió, la ampliación del período de importación supone la posibilidad de entrada de altos volúmenes de cítricos en los últimos días de esas nuevas fechas, de forma que provoquen la presencia de naranjas sudafricanas en los mercados hasta más allá de Navidad, con "clara afección directa" a las producciones valencianas.

La organización asegura que la posibilidad de entrada de naranjas procedentes de Sudáfrica durante un mes y medio más es "una herramienta evidente de presión de los precios a la baja en origen en manos de los intermediarios".

Según Ramón Mampel, esta campaña "nos hemos librado en parte" de la competencia tardía de la naranja sudafricana porque la sequía en aquel país ha causado estragos y provocado una campaña corta, pero a partir de la próxima "veremos claramente sus consecuencias".