Miles de alevines del emblemático samaruc (Valencia hispanica), diminuto pez en peligro de extinción, han eclosionado tras lograr reproducirse la especie en el Oceanogràfic gracias a las condiciones naturales del Lago Vivo, un gran espacio acuático que ha sido transformado de piscinas cloradas a un ámbito natural con flora y fauna locales.

El pasado noviembre, la Dirección General de Medio Natural introdujo, por primera vez, en la “albufereta” del Oceanogràfic unos mil ejemplares de samaruc, criados en cautividad en el Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica en El Palmar (PN de L´Albufera).

Amenazados por la destrucción de hábitat y la competencia de especies invasoras, el departamento autonómico, que dirige Mireia Mollà, consideró que el ecosistema que se ha creado desde hace unos años en los lagos del Oceanogràfic tiene todas las garantías para alojar esta particular especie.

Así mismo valoró el gran valor divulgativo, que supone dar a conocer la especie y difundir la delicada situación de estos pececitos al 1,5 millón de visitantes que pasan anualmente por las instalaciones del centro.

Un espacio libre de especies invasoras

Los ejemplares, debido a su pequeño tamaño y estrategias vitales, permanecieron escondidos durante algunos meses, pero finalmente, se han expandido en un hábitat que ha resultado adecuado para su reproducción.

Los animales han podido aprovechar todos los recovecos y protección que concede la vegetación subacuática con plantas y algas en un agua de excelentes condiciones fisicoquímicas. Además, se han beneficiado de la ausencia de competidores, fundamentalmente especies exóticas invasoras, una de las principales causas de regresión de la especie junto a la pérdida de hábitat. La gran cantidad de alimento presente en el agua, rica en fitoplacton y zooplacton, así como la presencia de anfibios, peces y aves propias del Oceanogràfic como aves visitantes de humedales cercanos, favorece el equilibrio y permite el correcto desarrollo de las diferentes especies en este nuevo ecosistema.

De la mano de la Conselleria, la fundación Oceanogràfic hará un seguimiento de la población y en otoño se evaluará su estado para determinar el siguiente paso a dar con esta joya biológica valenciana.

Colaboración institucional

Esta acción se une a otro tipo de proyectos en los que colabora la Fundación Oceanogràfic con el citado departamento autonómico para la conservación y reproducción de especies de fauna y flora amenazadas.

Así se llevan a cabo proyectos de colaboración con especies como la cerceta pardilla, focha cornuda, gallipatos, galápago europeo, tortugas de tierra y la flora como la jara de Cartagena o las plantas subacuáticas como el Ceratophyllum submersum.