El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha exigido al Gobierno que cumpla con el compromiso de diseñar antes de fin de año un nuevo modelo de financiación autonómica y ha insistido en que "no tiene sentido condicionar todo a la situación Cataluña" porque "el problema está en el Gobierno".

Tras presidir la firma de un convenio para la contratación de brigadistas forestales en el Palau de la Generalitat, Puig ha asegurado: "se pueden hacer dos cosas a la vez, e incluso más", en referencia al proceso de diálogo para la reforma de la Constitución y los trabajos para el diseño del nuevo modelo de financiación.

"La posición valenciana -sobre el nuevo modelo- fue la que se aprobó en la conferencia de presidentes autonómicos, fuimos nosotros quienes pusimos sobre la mesa el plazo porque nos temíamos lo que podía pasar", ha agregado.

Según Puig, de esa conferencia "salió un acuerdo, la exigencia de que en 2017 haya un plan para la reforma del modelo de financiación".

"Otra cosa es que haya una irresponsabilidad manifiesta por parte del Gobierno, que ahora dice que no se dan las circunstancias políticas para cumplir su compromiso", ha lamentado Puig.

"Aquí se pueden hacer dos cosas a la vez, e incluso más, no se trata de condicionar todo a la situación de Cataluña, eso no tiene sentido -ha aseverado-. Se ha de cumplir el compromiso adquirido, en 2017 ha de haber un proyecto de reforma de la financiación".

El problema en el retraso del nuevo modelo de financiación autonómica está "en el Gobierno, no en las comunidades autónomas. El Gobierno se justifica en las elecciones de Cataluña, algo incomprensible, porque Cataluña ya no estaba sentada a la mesa, esperemos que vuelva, ha de volver, pero no estaba, y dice que no nos ponemos de acuerdo", ha subrayado.

Puig ha recordado que cada comunidad autónoma "ya ha presentado su posición respecto al informe de los expertos" y ha añadido: "nosotros sustancialmente estamos de acuerdo, hay una infrafinanciación de 16.000 millones del conjunto del sistema, y el reparto se ha de hacer en base a criterios no arbitrarios, sino de equidad e igualdad, y nadie puede estar en contra de esto".

"No vamos a hacer una guerra si el plazo se alarga hasta enero, pero lo que no vamos a permitir es que no se cumplan los acuerdos de la conferencia de presidentes", ha advertido Puig.

El presidente de la Generalitat ha asegurado que no habrá "una circunstancia de lealtad institucional normalizada si no se cumple -el plazo-. No hay excusas, el gobierno ha de asumir su responsabilidad. No podemos celebrar la Constitución e incumplirla constantemente", ha agregado.

Preguntado por la reclamación de la deuda histórica y la propuesta del lehendakari, Íñigo Urkullu, para que las comunidades avancen en la gestión de impuestos, Puig ha recordado que el Consell y Les Corts "ya han reclamado desde hace tiempo una compensación por la infrafinanciación al menos desde 2002. Está constatada y es una realidad injusta, por tanto debe haber una respuesta justa".

"Cuando se habla de condonación de la deuda como de un asunto de países terceros se desvía la realidad, ya que se trata de compensar a regiones que han sido discriminadas. Compensar en diferido lo que se hubiese tenido que pagar en directo, 'online'", ha bromeado.

En referencia a la propuesta de Urkullu ha afirmado que, "con todo respeto, si en la reforma de la Constitución se quiere plantear un concierto para todas las autonomías, pues que se estudie, pero con las cifras de hoy significaría 12.000 millones de euros más para la Comunitat".

"Nos parece magnífico, pero teniendo en cuenta que eso requeriría 100.000 millones más en el sistema no sé si será factible, no quiero que nos hagamos trampas al solitario", ha concluido.