El president de la Generalitat, Ximo Puig, cifró ayer la deuda del Gobierno central con la Generalitat en 6.900 millones de euros entre los años 2009 y 2014, una deuda a la que el ejecutivo autonómico “no está dispuesto a renunciar”, afirmó. Puig ofreció estos datos en la jornada del Consell en Torrevieja para analizar los objetivos de gestión del próximo semestre, cuyas conclusiones se conocerán hoy; y analizar los compromisos del primer seminario de invierno que se celebró hace unos meses en Morella.

El jefe del Consell indicó que en la jornada se están sentando las bases de la orientación de los Presupuestos de la Generalitat para 2017, a partir de la no aceptación por parte del Consell “del marco de ir perdiendo derechos y recursos” por parte del Gobierno central. Potenciar los servicios públicos y reducir la burocracia serán ejes importantes. Este último punto se conseguirá con la reforma de la ley de Función Pública, tal y como anunció la vicepresidenta Mónica Oltra.

El president incidió en los recursos económicos. “Nuestra posición es bien clara: Tenemos unos ingresos por debajo de la media y unos gastos muy por debajo de la media. Hay un problema de ingresos y no vamos a aceptar que los valencianos tengan menos derechos que el resto de españoles”, reiteró. Por ello, avanzó que las cuentas del próximo ejercicio del 2017 “se diseñarán teniendo en cuenta esas variables; así como también el programa de gobierno del pacto del Botánico”.

Por ello, agregó, las grandes prioridades del presupuesto serán los servicios públicos fundamentales (educación, sanidad y servicios sociales) y el apoyo al crecimiento y el empleo, así como la mejora de la eficiencia de la Administración. Sobre los 6.900 millones de euros “que se han dejado de percibir¨, Puig djo que “son un déficit inasumible y una deuda histórica a la que no estamos dispuestos a renunciar.

POLÍTICA NACIONAL // Por otro lado, en clave de política nacional, Puig dice que “el PSOE no puede apoyar al PP” y es la opción “mayoritaria” en su partido. H