El presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, confió ayer en que todo se haya gestionado «adecuadamente» en À Punt y que las cosas se aclaren cuando se tome declaración a los responsables de esta empresa pública. Puig respondió así al ser preguntado por la decisión del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción numero 1 de Paterna de citar a declarar como querellados al presidente del consejo rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación, Enrique Soriano; y a la directora general de À Punt, Empar Marco. Ambos han sido citados después de haberse admitido a trámite la querella del grupo parlamentario popular por la presunta contratación irregular de la empresa de un exconcejal del PSPV.

Por su parte, la presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, instó al presidente, a «repensar» el modelo de televisión de À Punt, que ha considerado «antiguo» y que «no está funcionando». Además, la dirigente popular esperó que no sirva solo para «vender los logros» del Consell del Botànic que, a su juicio, «son bastante escasos» y recordó que, en su primer año, este canal, que pagan todos los valencianos, «ha tenido unas perdidas de 48 millones de euros».

Por su parte, desde Ciudadanos han pedido «la dimisión inmediata» de Marco e indicaron que los medios públicos se han convertido en «una herramienta de propaganda de Compromís».