Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, revalidó su cargo como líder del PSPV al ganar con holgura (7.447 votos frente a 5.557) a Rafa García, uno de los grandes apoyos de Pedro Sánchez en su reconquista de la vara de mano de Ferraz y miembro de su nueva ejecutiva.

La operación avalada por ambos para laminar al que fue uno de los principales apoyos de Susana Díaz en las primarias estatales fracasó. De hecho, Puig estuvo cerca de dar la vuelta a los resultados de esa contienda general. Si en aquella votación Sánchez se llevó el 64% de los apoyos en la Comunitat Valenciana, él consiguió cerca de un 56,7% mientras que el candidato sanchista se quedó en un 42,3%.

Tras el golpe moral que supuso para Puig la doble derrota de hace un par de meses, este triunfo le refuerza como uno de los contrapoderes a Sánchez. También le blinda al frente del gobierno autonómico (aunque ambos candidatos habían dado por hecho su continuidad al frente de la Generalitat) y como cabeza de cartel en las autonómicas del 2019.