La premisa de ‘si bebes no conduzcas’ debería ser un mantra para todos los conductores/as. En realidad, no ingerir alcohol es la mejor manera de no dar positivo en un control de alcoholemia. Se ha llegado a calcular que, de cada 100 accidentes mortales, el alcohol está implicado en entre 30 y 50 de ellos, según apunta la Dirección General de Tráfico (DGT) en su web.

Algunos conductores/as piensan que, mediante algún truco, podrán engañar al alcoholímetro o marcar una tasa de alcoholemia permitida: son muchos los mitos y las falsas creencias que circulan respecto al alcohol y la conducción. Sin embargo, la respuesta es que ningún truco sirve para burlar el test de alcoholemia.

Sabores fuertes como el café, el chicle o la pasta dentífrica

Si bien es cierto que algunas sustancias de fuerte sabor y olor puede absorber mínimas cantidades de alcohol en la boca, como el café, la pasta de dientes o los chicles, ninguno de ellos reduce su presencia en el aire alveolar. Mejoran el aliento, pero no eliminan el alcohol del organismo, que es lo que registran los alcoholímetros.

Ejercicio para rebajar la tasa de alcoholemia

También se ha dicho que el ejercicio físico ayuda a quemar el alcohol con más rapidez ya que al forzar la circulación de la sangre, y romper a sudar, nuestro organismo lo elimina y la tasa de alcohol es menor. No obstante, su efecto resulta casi inapreciable y, según como, hacer un esfuerzo desmesurado puede ser contraproducente para la salud.

Esperar un par de horas

Con el paso del tiempo, la cantidad de alcohol en sangre se reduce; se estima que el cuerpo elimina 0,20 gramos /litro por cada hora, por lo que deberíamos esperar un mínimo de cinco horas para que la tasa de alcohol no sea superior a la permitida. Sin embargo, tampoco es un cálculo fiable ya que depende de la cantidad que se haya bebido y de las características físicas de cada persona.

Soplar lentamente

Hay quien piensa que si sopla despacio y suave en el alcoholímetro, éste no percibe la cantidad de alcohol. Sin embargo, lo que pasará es que el agente te obligará a repetir la prueba hasta que la expiración sea lo suficientemente fuerte y veloz para poder realizar la medición. Recuerda que la policía puede sancionar a aquellos conductores que no colaboren a la hora de efectuar el control.

Beber mucha agua

Existe la creencia de que si bebemos mucha agua expulsamos antes el alcohol de nuestro cuerpo. Pero aquello que desechamos es, en mayor parte, agua y la cantidad de alcohol que se desprende es muy pequeña por lo que apenas modifica el resultado en la medición.

Trucos inverosímiles para superar un control de alcoholemia

Otras “soluciones” que se han escuchado a lo largo de los años para no dar positivo en el control de alcoholemia rozan la extravagancia: beber aceite, chupar una moneda, comer césped... Nada de esto altera nuestro organismo y lo libera del alcohol.

Hay que ser muy crítico con todos estos tópicos erróneos. Basándonos en una información adecuada, debemos valorar el verdadero riesgo que va a derivarse de una conducción asociada al alcohol. Además, hay que tener en cuenta lo que señala la DGT: si sueles beber y conducir, el accidente que se produzca es una mera cuestión de tiempo.