La reina de la huerta benicarlanda conquista el olimpo de los dioses de los fogones. Y es que el que podría considerarse un producto humilde se ha convertido en un imprescindible en la cocina de grandes chefs. Un ejemplo de ello es Raúl Resino, finalista del concurso Cocinero del Año 2016 y que, del 20 de enero al 2 de marzo, dedica en su restaurante de Benicarló unas jornadas gastronómicas en las que explotará todo el potencial de esta hortaliza DO, acompañada con los productos del mar de los que se nutren las lonjas del norte de la provincia.

“A lo largo de un menú compuesto por 10 platos buscamos dar un protagonismo especial a la alcachofa y, a su vez, hacer guiños a recetas de nuestra tierra, con ingredientes que son propios de aquí”, indica. Entre ellos, destacan las Galeras en la Mar Chica con alcachofas antigua usanza, el Calçot en dos cociones con sepionet de la punxa, romescu y arroz negro soufle, la Julilola con alcachofas en all i pebre blanco de antiguos pescadores de Peñíscola o los Langostinos de Vinaròs en salazón con remolacha agridulce, mayonesa de wasabi, cítricos en salmuera y salicornia.

Un auténtico carnaval de sabores propio de un cocinero que cuida la imagen pero cuya obsesión es “hallar el sabor esencial”. Para Resino no todo vale. “Cada cosa debe tener un porqué y cada producto que se incluye debe potenciar a la base”, añade.

Una obsesión a la que, desde hace un año, se le ha sumado otra. La de ganar el concurso Cocinero del Año 2016 que se celebra en Barcelona. Como a él le gusta decir, el Rolls-Royce de los certámenes de este tipo y al que, por primera vez, llega un representante de la provincia de Castellón. Sus grandes bazas, como siempre, su trabajo y los productos de la tierra. H