Este 2016 es el Año del Mono de Fuego para la comunidad china. Un año de cambios y de integración universal, como explica Rubén Solera, presidente y Fundador de la Associació Esportiva Cultural i Arts Marcials de Vila-real, entidad que ayer festejó el Año Nuevo Chino en Vila-real.

Un espectacular desfile protagonizado por medio centenar de personas tomó por la tarde la plaza del Ayuntamiento vila-realense. En el cortejo estuvieron presentes dos dragones, cada uno formado por 12 personas, uno al principio y otro al final. Dragones que simbolizan el poder, pero también dos leones --representando la armonía y la entrada al año nuevo y símbolo de los practicantes de artes marciales chinos-- con los que jugaba un Buda Feliz. También participaron los miembros de la Associació Esportiva, vestidos con kimonos de kung fu tradicionales y de entrenamiento. El sonido del platillo y del tambor tradicional chino irrumpieron en la plaza.

Aunque el Año Nuevo Chino se celebra el lunes 8, este fin de semana ya hay festejos colectivos en la Comunitat. En Valencia, el Instituto Confucio celebra hoy una cabalgata en la calle Pelayo, en la pequeña china, donde está prevista la participación de entre 1.500 y 2.000 personas. Con esta entidad colabora la Associació Esportiva Cultural i Arts Marcials de Vila-real. Muchos chinos residentes en Castellón se trasladarán a la capital del Turia para asistir a esta celebración y compartirán mesa en restaurantes de esta ciudad.

En la provincia de Castellón la celebración también se ha convertido en un reclamo y ha dado origen a fiestas temáticas en pubs, coincidiendo con el Carnaval.

Mientras, la comunidad china castellonense también lo celebrará en la intimidad de sus hogares, como marca la tradición. “Este año, cae en lunes. Es un día en el que la familia se reúne en torno a la mesa a cenar y, si algún miembro está ausente se le pone plato y cubiertos, simbolizando que está presente. En el norte se sirven empanadillas y en el sur, una sopa de arroz glutinoso. También naranjas y pescado, aunque este último, que simboliza la suerte, no se lo comen en el mismo día”, explican desde la academia Ninilaoshi de Castellón.

Previamente, el sábado o el domingo, habrán limpiado toda la casa, para que se vayan los malas cosas que han pasado durante el año. La mesa de la noche de Año Nuevo estará decorada con rojo, que simboliza la buena suerte y protección, y los presentes vestirán algo nuevo y de color. Al llegar las 12 de la noche, en China se suele salir al exterior a tirar petardos y dar la bienvenida al año a los vecinos.

En la provincia de Castellón, la comunidad china es pequeña --algo más de 1.400 empadronados-- pero muy activa económicamente. Se dedica al pequeño comercio, así como a la hostelería, regentando bares y panaderías, explican desde Ninilaoshi, quienes también desvelan el creciente interés de la población castellonense por la lengua y cultura chinas.

“Existe un creciente interés por la lengua y cultura china. El perfil es muy variado. Viene gente que busca aprender sobre el país, por razones de negocios o entrevistas de trabajo; o bien porque quieren trabajar en una tienda de lujo atendiendo a turistas de origen chino. Pero lo que más hay son padres que quieren que sus hijos aprendan el idioma”, explican. H