Burriana se erige estas últimas semanas como capital del universo Playmobil. A la espectacular muestra instalada en la Casa de Cultura le sucede ahora un belén monumental que puede divisarse desde el exterior del centro la Mercé.

Desde su inauguración la semana pasada, se repiten las caras de los niños pegados a la cristalera del edificio municipal observando con ilusión cada una de las escenas típicas de estas fechas realizadas por los burrianenses Pablo Granell y David Vázquez. Y es que es una reunión de clicks que no puede verse de pasada. Cuando uno se detiene a observar cada una de las decenas de figuras que componen la exposición, puede descubrirse muchos detalles, curiosidades y secuencias que explican la historia del nacimiento de Jesús.

No falta el romano que lee a todos los habitantes del pueblo el edicto del rey César Augusto, por el que todos los niños tenían que ir a empadronarse a Belén. Fue así como, después de no encontrar una posada donde alojarse, María y José se refugiaron en un establo.

En esta poco habitual, pero muy popular, recreación aparecen las figuras de los pastores, que van en grupo a conocer al niño Jesús. Mirando detenidamente también asiste a la llamada Papá Noel, además de un trompetista con sombrero o un extraño personaje que toca el violín en el pesebre. Otros protagonistas son los elementos comunes de la tradición hebrea, como las casas, un rebaño de ovejas, una granja de camellos y las palmeras. Los reyes hacen su aparición, por supuesto, y están de camino al portal de Belén para adorar al pequeño.

E imponente sobre una montaña está la fortaleza romana que acoge a Herodes, que está flanqueado por soldados con escudos y lanzas. Mientras, otro grupo asciende con sus cuádrigas por la rampa que lleva al palacio para asistir probablemente al cambio de guardia. O tal vez, quién sabe, van a socorrer a unos compañeros que se han visto sorprendidos por una batalla en el mismo poblado.

Todos los curiosos que quieran disfrutar de esta gran colección de piezas, cuidadas hasta el más mínimo detalle, que ofrece la exposición de Granell y Vázquez, tienen de tiempo hasta el próximo 5 de enero.

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